Allfunds Bank comparte la decisión de ESMA de no categorizar los ETF por el modelo de réplica

 

“Desde una perspectiva regulatoria, siempre existe la tentación de categorizar y etiquetar cada producto, pero pensamos que se debería mirar más allá y profundizar en las características del vehículo para entender cómo se implementa la estrategia y cuáles son las implicaciones, independientemente de las etiquetas que se utilizan para definir los productos”, dicen en el banco. “Etiquetar puede ser útil en un principio pero también puede generar malentendidos a la hora de entender los riesgos”, matizan.

Por eso, a la hora de diferenciar entre réplica física o sintética, consideran que lo que hay que considerar es que hay diferentes metodologías para implementar la réplica sintética y también diferentes procedimientos de gestionar el riesgo de contraparte. “En este caso, las etiquetas contribuirían a estigmatizar una clase de producto, olvidando el hecho de que los ETF que hacen réplica física pueden tener también riesgo de contraparte a través del préstamo de valores”, indica.

“Si pudiéramos alcanzar un punto en el que pudiéramos clasificar cada técnica o estructura como buena o mala, sería útil y ayudaría a ganar tiempo, pero no es posible y por eso se necesita un análisis profundo para entender las técnicas e implicaciones estructurales”, dicen.

“Independientemente de la decisión final de ESMA, el debate es productivo para pasar de la simple etiquetación de diferentes tipos de productos hacia la consideración de las diferentes técnicas y estructuras de riesgo y exposición a mercado”, añade.

En resumen, en Allfunds Bank ven las guías de ESMA como útiles para mejorar los estándares de la industria y el atractivo para el inversor. “La norma final ha llamado la atención sobre el hecho de que no hay una forma fácil de categorizar estructuras, como físicas versus sintéticas, o técnicas, ni de etiquetar qué características conllevan riesgos y cuáles son seguras”, dice. De ahí la necesidad de análisis. Un ejercicio que, según el banco, debería formar parte de la información estándar requerida por el inversor y producida por los proveedores. “Hemos visto una tendencia creciente en los últimos dos o tres años, tanto en la industria de hedge funds como en la UCITS”, explican.

Un análisis necesario para dejar claro que la complejidad no significa siempre un mayor riesgo. “Se trata de transparencia. Los inversores deben ser conscientes de la estrategia de inversión y las implicaciones de las técnicas utilizadas para implementarla”, comenta. En ese sentido, Allfunds Bank cree que muchos de los requisitos ya están implementados y que la mayoría de jugadores está listo para cumplirlos.