¿Alguien entiende algo?

¿Alguien entiende algo?

Miguel de Juan Fernández- A bordo del ARGOS 20 Diciembre 2013

“En Mayo, el tío de la barba [Bernanke] dice que se están planteando empezar con el tapering y los mercados se desploman. Ahora va y comienza a hacerlo y se pegan un subidón de mucho cuidado. … ¿Tú entiendes algo?”

Un amigo asesor independiente.

 

No es por nada pero lo cierto es que los movimientos a corto plazo del mercado son como los designios del Señor, inescrutables. A veces parece que los “inversores” están como las maracas de Machín,…eso para que los defensores de la Hipótesis de la Eficiencia del Mercado sigan pensando en el comportamiento racional de los inversores.

En su momento les escribí a los argonautas que daba la sensación de que los inversores estaban tan cansados de haber sufrido las pérdidas de la crisis que buscaban cualquier excusa para subir; es como si al no estar acostumbrados a una crisis de las de verdad, pensáramos que por narices la bolsa no puede caer más de un determinado porcentaje y durante un tiempo determinado y como ya había habido mucho dolor y sufrimiento, tocaba subir como fuera.

Y las cosas no son así, naturalmente. No hay ninguna ley que obligue al mercado subir o que le impida caer más de lo que pensamos. Las crisis no son especialmente agradables pero esto no es como si creyéramos en las hadas, que chasqueando los dedos podemos hacer magia. Esta crisis es muy fuerte y lo sigue siendo. Sólo comparable a la Gran Depresión y a la crisis de los choques petrolíferos de los años 70 y aunque nominalmente hayamos salido de la recesión, aún seguimos inmersos en una situación de crisis ya que la economía no funciona como lo haría en una situación normal.

El movimiento de la Fed muestra bien claro cómo van tomando decisiones tanteando a ver qué va a pasar y rezando para que no sean muy graves las consecuencias. Parece claro que el movimiento supone un alivio para Janet Yellen, la nueva presidenta de la Fed, al haber tomado Bernanke la decisión lo que le deja margen a ella para variar la decisión en cualquier sentido, …según vaya viendo. El problema como siempre no son las consecuencias que se pueden prever, sino las que no se pueden prever, las derivadas del efecto que la decisión de doce personas- con toda su sabiduría- puede tener sobre un mercado de millones de intervinientes. ¿Será capaz el mercado de ir asumiendo esos 10.000 millones de dólares al mes en nueva deuda que hasta ahora adquiría la Fed? Lo ideal sería que el Estado- cualquier estado- redujera sus necesidades de financiación en ese mismo volumen,…pero aunque estemos en Navidad, no parece muy previsible que los estados reduzcan su nivel de endeudamiento.

Es difícil entender porqué hoy los mercados se lo han tomado bien cuando hace unos meses les parecía fatal. ¿Será por estar en Navidad? Quizás,…no hay que descartarlo; estarán menos preocupados ahora por el efecto de esa reducción de compras por parte de la Fed que por el crecimiento de la economía que en su momento les suponía un miedo capaz de hacerles vender lo que tenían en sus carteras y ahora, no les preocupa.

Y debería, porque la economía sigue renqueando (hablo en este caso de los Estados Unidos) y sigue dando muestras de problemas adelante. Pero los mercados están muy habituados a ver el futuro como la próxima semana o los próximos quince días- y algunos como los próximos diez minutos- y tienen el síndrome de Escarlata O´Hara: “Mañana será otro día, ya lo pensaré mañana”.

La ventaja como inversores- al menos para los inversores value- es que no es necesario entender cada movimiento de los mercados para generar valor para nuestros inversores, como dice el lema de Bruce Berkowitz, ignore the crowd, ignorar a la masa (a la gente en general, no a Hulk). Si somos capaces de encontrar empresas que valiendo 10 euros por acción el mercado nos la ofrece a 5 o menos, da más o menos igual lo que esté haciendo el mercado,…y lo mismo con los bonos. En el libro El lemming que salió raro (Ed. Eje Producciones Culturales, 2012) comentaba que lo que debíamos hacer era invertir no por momento, sino por valor, reflejado éste en el margen de seguridad que podíamos encontrarnos en cada momento y que éste había de ser nuestro indicador de cuán invertidos estar en cada momento.

Es posible que mañana venga Janet Yellen y diga que un tapering de 10.000 le parezca poco o mucho y que el mercado se lo tome genial o fatal. Olvidaos de ello. Comprad lo que esté barato independientemente de lo que haga la Fed o nuestro BCE. Estaréis más tranquilos y veréis crecer vuestras ganancias. … ¿Alguien entiende algo? Quizás no, pero no os preocupéis,…no importa mucho.

En unos días se produce el momento culminante de estas fechas, el cumpleaños del Niño que nació en Belén, aquél por el que la Noche será Buena y aquél por el que celebramos la Navidad. Os deseo a todos, de corazón, que en esa noche la paséis en familia, rodeados de todos aquellos que os quieren y que la Paz que el Niño trae a los hombres de buena voluntad se repartan con generosidad en vuestras familias. De verdad: ¡Feliz Navidad!

Un abrazo a todos y hasta el próximo artículo.