La asociación de gestoras de inversión alternativa (AIMA, por sus siglas en inglés) considera que la UE no debe tomar medidas que se aparten de los acuerdos alcanzados por el G20 sobre regulación de hedge funds porque, si lo hace, fragmentará los mercados globales, creará requerimientos regulatorios inconsistentes y dará lugar a disputas internacionales, según publica Hedgeweek.
“Las cumbres del G20 en Washington y Londres sentaron el curso de un nuevo marco regulatorio global para los hedge funds y otros activos de capital privado. Merece la pena recordar lo que los líderes mundiales acordaron con respecto a la inversión alternativa: que todos los gestores deberían ser registrados y autorizados por las autoridades nacionales y deberían aportar información relevante en interés de la estabilidad regulatoria. En definitiva, concluyeron con una declaración muy clara que aseguraba que no seguirían una senda proteccionista”, recuerda Andrew Baker, consejero delegado de AIMA,
A este respecto, Baker asegura que la directiva que prepara la UE corre el peligro de apartarse de estas promesas, creando restricciones proteccionistas para fondos y gestores que no pertenezcan a la Unión e insertando nueva regulación en temas como el apalancamiento y los depositarios. “Nada de eso ayudaría a mejorar la estabilidad financiera, que supone el objetivo del G20. Esta potencial divergencia del camino marcado ha causado preocupación a nivel global”, afirma. La asociación también advierte de que esas medidas proteccionistas podrían causar daños a gestores en centros financieros como EEUU, Canadá, Suiza, Hong Kong, Singapur, Japón y Australia.