TRIBUNA de Patricia de Arriaga Rodríguez, subdirectora general de Pictet AM. Comentario patrocinado por Pictet Asset Management.
La tecnología es la clave para resolver los crecientes problemas de escasez de agua en el mundo. Los inversores en estrategias temáticas pueden aprovechar al máximo esta oportunidad.
Un 0,25%. Ese es el porcentaje de agua utilizable en el mundo. El resto es agua salada, contaminada, o helada. La presión sobre este recurso vital pero escaso se está intensificando con el crecimiento de la población mundial (1). En 2030, nos enfrentaremos a un déficit de abastecimiento de agua dulce del 40%, según la Unesco.
Es evidente que tenemos que consumir menos, reciclar más y aprovechar las reservas de agua actualmente inutilizables. Ello conlleva mayor inversión de los sectores público y privado, programas de concienciación y más tecnología e innovación. La estrategia Water de Pictet Asset Management se centra en la contribución de la inversión y la tecnología.
Consumir menos
La agricultura, el mayor consumidor de agua en el mundo, es uno de los principales objetivos de la tecnología hídrica. El riego de precisión es una de las innovaciones que deberían contribuir a preservar los recursos hídricos, no sólo por la disminución del consumo agrícola, sino también por la reducción de agentes contaminantes tales como fungicidas, herbicidas y pesticidas que conlleva.
Así, mediante el despliegue de sensores conectados vía el IoT, o aspersores inteligentes controlados mediante aplicaciones para móviles, podemos reducir el consumo aumentando el rendimiento de los cultivos, o reducir el consumo de agua en jardines domésticos. El mercado global de sistemas de microrriego ya genera un gran volumen de negocio y se prevé que se triplique hasta casi 15.000 millones de dólares en 2025 (2).
Reciclar más
Además de utilizar menos agua, debemos reciclar más. El mundo empresarial, otro gran consumidor, está atento al reto, impulsando el mercado global de reciclaje de aguas residuales para uso industrial en un 20% anual. Gracias a los avances de la química analítica, podemos ahora medir concentraciones de micro contaminantes en partes por billón – equivalente a una gota de impureza en 500.000 barriles de agua – lo que allana el camino a un futuro consumo humano de agua reciclada para uso industrial.
Segunda oportunidad
El envejecimiento de infraestructuras es un problema grave. Solo en EE.UU. las fugas causan pérdidas anuales de 6,4 billones de litros de agua potable, con un coste de 2.600 millones de dólares. La tecnología acelera le detección de fugas de agua, dando una segunda oportunidad a costosas tuberías antiguas (3) de gran diámetro. Para ello son muy útiles los contadores de agua inteligentes que, combinados con otros sensores automatizados conectados mediante IoT, permiten detectar anomalías y lanzar inspecciones y reparaciones robotizadas en el interior de las mismas.
Juntas, estas tecnologías ya establecidas –y otras nuevas actualmente en desarrollo– pueden ayudarnos a garantizar el abastecimiento de agua potable en el mundo. Como inversores, tenemos la oportunidad de situarnos a la vanguardia del rápido crecimiento de esta nueva tendencia.
1 La OCDE pronostica que la población mundial de clase media aumentará desde los 1.800 millones de 2009 hasta alcanzar los 4.900 millones en 2030.
2 Inkwood Research, 2017.
3 Agencia de Protección Ambiental de EE.UU.
Información importante
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