A vueltas con la volatilidad: ¿Deben esperar los inversores nuevos episodios de pánico bursátil?

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Krysten_N, Flickr, Creative Commons

Las gestoras internacionales siguen asimilando el traumático rebrote de volatilidad que se registró en los mercados de renta variable de hace dos semanas. “No ha habido tanto miedo en las bolsas de los países desarrollados desde la crisis de 2008 y 2011” afirma Emmanuel Bourdeix, director de Seeyond y codirector de inversiones de Natixis AM, ambas parte de Natixis Global AM. Esto le lleva a preguntarse – como otros muchos en la industria- si ha sido un episodio pasajero que ha contribuido a marcar un suelo, o si se deben esperar más turbulencias de aquí en adelante. 

Bourdeix analiza el movimiento trazado por el S&P 500, que cayó un 3,94% en la sesión del 24 de agosto: “Mientras que los inversores esperaban una volatilidad del 16% en el índice durante la semana anterior, el cierre de la sesión de ese lunes fue cerca de cuatro veces la desviación estándar diaria esperada. Un modelo de distribución de los retornos demuestra que sesiones como la del lunes 24 de agosto pueden ocurrir estadísticamente sólo uno de cada 20.000 días laborales. Significa que tal shock diario puede ser visto de media sólo una vez cada 81 años de actividad bursátil”.  Estos datos llevan al experto a asegurar que “hay razones para estar preocupados”. 

El representante de Seeyond señala que el VIX cotizó entre el 12% y el 16% desde principios de agosto, después repuntó hasta el 40% y luego se consolidó en el rango entre el 25% y el 30%, unos niveles que remiten a 2010 y 2011. “Más que el nivel absoluto que alcanzó el VIX, fue la velocidad con la que despegó lo que pareció anormal: se dobló en tres días y casi se triplicó en cuatro días, algo que no tiene precedentes. Incluso en 2008, la violencia del shock no alcanzó tales cimas”, comenta Bourdeix. 

El experto descarta la falta de liquidez como explicación para este comportamiento, pues subraya de hecho que los volúmenes de los futuros y opciones del VIX se incrementaron drásticamente: durante la sesión del 24 de agosto, se negociaron 20.000 millones de dólares en los tres primeros contratos mensuales de futuros del VIX. “Es más, no se produjo una gran ruptura de los fundamentales económicos que pueda explicar este nivel de miedo”, comenta. La visión de Seeyond es que “este comportamiento es más un indicador de carácter técnico de la corrección en progreso”.

Es la consecuencia desafortunada de las políticas monetarias ultra acomodaticias empleadas en todo el mundo durante los últimos cuatro años que, al inundar los mercados con liquidez barata y abundante, han obligado a los inversores a moverse en manada, de una forma extrema y no suficientemente heterogénea en las mismas clases de activos, mientras que la búsqueda de rentabilidad ha desaparecido de los mercados de renta fija al caer los tipos. Sólo se necesita una chispa como el anuncio de la devaluación del yuan para prender giros drásticos en el mercado”, resume el experto a modo de conclusión. 

“Aunque el rally de fin de mes en los activos de riesgo reparó algo del daño inflingido por la corrección de agosto, la ferocidad del selloff no se olvidará rápidamente. La cuestión que ahora ensombrece la previsión del mercado es si las recientes turbulencias fueron sólo una corrección contra tendencia o el principio del fin del mercado alcista”, comenta por su parte Paul O’Connor, co responsable de multiactivos de Henderson

O’Connor afirma que “casi todos los indicadores tácticos que miramos en la última semana del mes apoyaron el caso de una recuperación del mercado”. Por ejemplo, indica que tanto las órdenes de precios como los flujos de fondos demostraron que se había producido una liquidación masiva en distintas clases de activos, mientras que otros indicadores de sentimiento como las encuestas a inversores o precios de opciones apuntaban a una situación de capitulación en el mercado, “normalmente asociado a mínimos de corto plazo del mercado”. Por todo ello, aclara que el escenario base con el que trabajan en Henderson descarta que se vaya a producir una crisis que remate el final del mercado alcista, aunque matiza que “el riesgo de tal resultado parece lo suficiente elevado como para garantizar un posicionamiento defensivo hasta que mejore el entorno”. 

La responsabilidad de China

Entre los posibles contribuidores al riesgo, O’Connor menciona a China y los países emergentes por el deterioro de sus fundamentales (calcula que registrarán la menor tasa de crecimiento desde 2009). De hecho, indica que “probablemente una serie de respuestas monetarias más decisivas desde China sean la condición clave para una recuperación sostenible de los mercados globales”. 

Luca Paolini, director de estrategia de Pictet AM, coincide en este último punto de vista: “La devaluación del yuan parece indicar ineficacia de las intervenciones. De hecho el ajuste del 5% en su moneda es insuficiente para una economía tan grande”. En su opinión, estos movimientos son la justificación de que el VIX haya cotizado en niveles asociados a crisis financieras profundas. Entre los riesgos asociados a China que recomienda tener en cuenta, Paolini subraya “las dudas sobre la calidad de los datos económicos que proporciona Pekín, en una economía muy desigual, con sectores y regiones en auge y otros en depresión”. “De hecho los riesgos para la economía mundial son reales y en ausencia de evidencia de estabilización en China es probable que continúe la volatilidad”, sentencia.

Para el estratega, la pregunta clave también es si la corrección marca el inicio de un importante mercado bajista, “pero los indicadores no lo justifican, aunque sea probable cierta volatilidad las próximas semanas”. Paolini indica que “las lecturas del ciclo sugieren menor impulso global, aunque hay señales de recuperación liderada por economías desarrolladas”, mientras que el universo emergente presenta un crecimiento inferior a la media a largo plazo.

Otro factor que puede contribuir en opinión del experto al repunte de la volatilidad sería una inminente alza de tipos de interés en EE.UU. “De todas formas, el sentimiento de los inversores se ha vuelto mucho más cauteloso, aunque los flujos en fondos de inversión sugiere por ahora una reasignación de EE.UU. a Europa y Japón, en lugar de una retirada”, aclara. Paolini añade que el indicador de sentimiento desarrollado por Pictet “ha caído a niveles asociados con un rally inminente, que puede comenzar a coger ritmo las próximas semanas, como en las recuperaciones de 1987 ó 2009, cuando las acciones repuntaron tras sobreventa”.