¿A partir de qué tir del bono americano los inversores venden acciones y compran bonos?

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Foto: ccPixscom, Flickr, Creative Commons

El activo más complicado de gestionar actualmente es la renta fija. Todas las gestoras de fondos coinciden en este punto. Las tires de los bonos empiezan a reflejar las subidas de tipos que lleva implementando la Reserva Federal de Estados Unidos y eso se está traduciendo en mucha volatilidad en el mercado de bonos y también en la renta variable. El bono del Tesoro americano a diez años está ya en el 3,2%, un nivel en el que no se movía desde hace cinco años. Todo hace pensar que las tires seguirán subiendo. La pregunta interesante es… ¿a partir de qué nivel de tir el bono americano empieza a ser suficientemente atractivo como para que los inversores de renta variable vendan acciones y compren bonos?

Hasta ahora, el treasury a diez años estaba en el 2% o en niveles inferiores. Al mismo tiempo, en el mercado de renta variable americano, el cual lleva subiendo diez años, las compañías estadounidenses tienen, de media, una rentabilidad por dividendo del 2%. Eso hacía que, para el inversor, no tuviese sentido comprar bonos americanos, ya que la bolsa te ofrecía una rentabilidad por dividendo superior y, además, se estaba participando de un mercado alcista. En el momento en el que empezamos a ver volatilidad en renta variable, una rentabilidad esperada inferior y unos tipos de interés que empiezan a ser más altos, la cuestión es saber a partir de qué nivel el bono del Tesoro americano a diez años comienza a ser atractivo.

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Para responder a esta pregunta, J.P.Morgan AM ha analizado cuál ha sido en el pasado el comportamiento relativo de las acciones frente a los bonos, incluyendo en el estudio la evolución de los tipos de interés. La línea verde muestra el comportamiento relativo de la renta variable frente a la renta fija. Cuando ésta sube significa que las acciones lo hacen mejor que los bonos y cuando cae que la renta fija registra una evolución más favorable que la variable. “Lo primero que se aprecia es que, históricamente, el ciclo de subidas de tipos de la Fed ha terminado en niveles mucho más elevados de los que están actualmente. A finales de los 90 y principios de los 2000 acabaron en el 6,5%; en 2007 en algo más del 5%. Hoy están en el 2,25% y el mercado espera tres subidas más antes de que la autoridad monetaria se de un respiro a mediados de 2019”, destaca Manuel Arroyo.

La segunda conclusión que el director de Estrategia de J.P.Morgan AM para España y Portugal saca de este estudio es que los bonos no empiezan a registrar un mejor comportamiento que las acciones en el momento de la última subida de tipos, sino que se toman un tiempo hasta que asimilan el hecho de que la Reserva Federal ya ha terminado con el ciclo de subidas y comienza a bajar los tipos de interés. “Esto significa que, teóricamente, todavía le quedarían varios trimestres al mejor comportamiento de la renta variable frente a la renta fija. Las subidas de tasas de la autoridad monetaria americana seguirá afectando negativamente a los bonos y, además, siendo un entorno de crecimiento económico, todo apunta a que las acciones lo deberían seguir haciendo bien”, indica Arroyo.

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En opinión del experto, lo más difícil es comprender si el mercado esta vez se va a comportar de manera diferente porque la rentabilidad requerida de los bonos sea más baja. “Mientras que antes se esperaba una rentabilidad del 5-6% antes de vender acciones para comprar bonos, en esta ocasión esa rentabilidad esperada o exigida para hacer el cambio podría ser inferior de lo que lo ha sido en el pasado. Eso, en realidad, nadie lo sabe. Lo sucedido históricamente puede que no sirva ahora. Los mercados de renta fija están tan distorsionados por los bancos centrales que la situación actual no se puede comparar con ciclos anteriores. No obstante, siempre que la Fed siga subiendo los tipos de interés, creemos que a la bolsa le puede quedar recorrido”, concluye.