A la espera de la FED

Kamil Molendys, Unsplash

Las perspectivas de inversión en renta fija en los próximos meses dependen de forma crucial de las decisiones que tomará la FED en su reunión del 3 de noviembre. En todo caso, el mercado está descontando que se hará todo lo posible para levantar las expectativas de inflación y por lo tanto alejar el espectro de la deflación. Esta estrategia no está exenta de riesgos, y desde Arcano Wealth Advisors EAFI dudamos que pueda resolver por sí sola los desequilibrios creados en 15 años de crecimiento exagerado del crédito. Sin embargo, puede estimular la creación de burbujas en distintas clases de activos (activos de países emergentes, oro y otras commodities) que a corto plazo se pueden aprovechar, pero sin olvidarse de que el “juicio final” llegará en algún momento, de forma explicita (quiebras de países y compañías) o encubierta (inflación extrema).

De esta forma, en crédito seguimos recomendando una estrategia de tipo “barbell”, basada en dedicar una gran parte de la cartera a minimizar el riesgo (liquidez y emisiones AAA), y una pequeña parte en activos de alta rentabilidad (high yield y bonos de países emergentes en divisa local), evitando los activos con rentabilidad y riesgo mediano.

La probabilidad de que se materialice un escenario de double-dip ha bajado sustancialmente después del verano en lo que se refiere a renta variable. Sin embargo, el moderado crecimiento que prevemos para los países desarrollados en un entorno de desapalancamiento secular de gobiernos, empresas y privados nos hace privilegiar posiciones en compañías que puedan prosperar en estas condiciones (flujos de caja estables, bajo riesgo regulatorio, bajo endeudamiento). Al sesgo hacia rentabilidad por dividendo que hemos mantenido en el último año (los futuros sobre dividendos 2012 del Eurostoxx50 que recomendamos en Julio se han revalorizado un 30%, mucho más que la renta variable en su conjunto), añadiríamos ahora una apuesta para quality growth (empresas con buenas tasas de crecimiento, retorno sobre el capital elevado y capacidad de fijación de precio gracias a ventajas competitivas sostenibles). Además, en el sector industrial, tecnológico y de energía hay varias empresas que se deberían beneficiar tanto del repunte de la inversión en capex como de una consolidación del sector a través de fusiones y adquisiciones.

Nuestra visión fundamentalmente positiva para los activos de riesgo en el corto plazo no significa que no tengamos preocupaciones por eventos improbables pero con posibles consecuencias extremas: sorpresas negativas podrían venir de China después de una expansión brutal en créditos concedidos en gran parte a empresas públicas locales para proyectos pocos rentables, que probablemente llevaran a una ola de impagos en los próximos años.

Una caída de China afectaría tanto la renta variable global como las divisas asiáticas y de países exportadores de materias primas. Posibles coberturas razonablemente baratas contra este riesgo extremo son la compra de put sobre el indice Hang Seng (cuya volatilidad está en mínimos históricos) y la apuesta por una depreciación del dólar australiano a través de opciones o futuros. Otra manera de protegerse frente a una posible corrección de la renta variable es la compra de volatilidad mediante fondos o ETFs de volatilidad (que pero necesitan una gestión activa debido al carácter de reversión a la media que posee la volatilidad).