“El espacio: la última frontera. Estos son los viajes de la nave estelar «Enterprise», en una misión que durará cinco años, dedicada a la exploración de mundos desconocidos, al descubrimiento de nuevas vidas y nuevas civilizaciones, hasta alcanzar lugares donde nadie ha podido llegar.”
Esta era la introducción que al comienzo de cada capítulo nos hacia el capitán James Tiberius Kirk del Enterprise invitándonos a lugares donde nadie había podido llegar, para finalmente llevarnos a planetas que eran muy similares a la Antigua Grecia y a conocer civilizaciones que parecían sacadas de los manuales de estereotipos de la guerra fría.
Así serán los mercados financieros internacionales del 2014, novedosos en su presentación, pero muy similares en cuanto a la ejecución de estrategias de inversión al pasado reciente.
Podríamos comenzar hablando de los bonos de alto rendimiento denominados en dólares, que arrancan el año con un spread (rendimiento por encima del treasury de similar vencimiento) del orden de 398 puntos básicos medidos a partir del Bank of America Merrill Lynch High Yield Index, el cual ha sido el diferencial promedio de el último quinquenio. En estas circunstancias el retorno promedio de estos papeles es del orden del 5,6% , muy inferior a las tasas que estos títulos nos tuvieron acostumbrados en la década pasada, pero suficiente según los expertos, para un entorno donde la componente de riesgo crediticio no es la principal preocupación de los tenedores de bonos, pero sí la eventual subida de las tasas de interés denominadas en dólares.
