2013: ¿nadir?

Ahora finalmente llega el 2013, con un saco lleno de incertidumbre que incluye; el impacto que sobre los bonos municipales tendrá el esquema impositivo que surja de las discusiones para cerrar el déficit fiscal que mantiene el congreso de EE.UU., una potencial subida de las tasas de interés si la economía norteamericana incrementa aunque sea modestamente su tasa de crecimiento, los avatares del crecimiento de China con posible burbuja crediticia, los predicamentos de la deuda soberana de los países periféricos de la Eurozona, y por supuesto la infaltable "trasición política" venezolana incluida especialmente para los interesados en el quehacer local.

Tal vez lo más novedoso, si es que alguna cosa puede recibir hoy en día tal calificativo, es el reto que tienen los inversionistas institucionales de tomar decisiones en un horizonte de tiempo que muchos creen puede producirse el nadir de las tasas de interés. Si hemos llegado a tal punto, las posibilidades de perder dinero se incrementan terriblemente, pues cualquier subida en las tasas de interés puede generar pérdidas de capital que difícilmente se compensarían con los intereses devengados.

Las posibilidades en un entorno de tasas en los mínimos históricos no son muy diferentes a las mencionadas en meses recientes por la prensa especializada: cortos horizontes de inversión con retornos cercanos a cero, pero con chances de reinvertir a tasas más altas posteriormente; migrar a acciones pagadoras de dividendos lo que de facto aumenta el perfil de riesgo del portafolio, además de ser una estrategia ampliamente recomendada en el año que recién termina, por lo que a estas alturas es poco lo que puede explotarse en ese campo.

Intensificar la inversión en bonos basura también es una posibilidad en este momento de transición, sin esperar grandes apreciaciones de capital que han sido siempre el rasgo atractivo de estos bonos. Por lo que muy probable que en el 2013 los cupones sean quienes soporten el retorno de estos instrumentos.

La evolución en el tiempo de las tasas de interés no tiene porque visualizarse como una "V", donde tocando el punto mínimo inmediatamente comienza la subida, puede en lugar de ello ser una gran planicie que nos conduzca cuando menos lo esperemos al pie de una montaña y la gran pregunta es si veremos o no el pie de monte en el 2013.

Para terminar, revisemos el caso venezolano, donde en los próximos meses las variables locales tendrán mayor peso que las internacionales en la fijación de los precios de los bonos. Los mercados esperan novedades sobre el ajuste económico por encima de cualquier otro factor relevante a la dinámica nacional para confirmar o revertir parte del rally que arrancó a mediados del 2011.

Sin embargo, no habrá novedades sobre el ajuste del déficit fiscal hasta que no se defina, aunque sea con medidas transitorias, quien ejercerá las funciones del poder ejecutivo en los próximos meses. El 5 de enero se sabrá quién ocupará la presidencia de la Asamblea Nacional, y a más tardar el 10 si el Presidente Chávez se juramenta, difiere el acto, o definitivamente abre paso a un nuevo proceso electoral.

Hasta que los mercados no vean luces el movimiento de precios de precios será errático. El nivel de pragmatismo de los agentes económicos no goza de la admiración del mundo político, pero estos últimos entienden tanto como sus contrapartes del mundo económico que a un nuevo escenario, cualquiera que sea, corresponde nuevos precios.

La evolución del PDVSA22 resume el movimiento de la curva de Venezuela y PDVSA durante el 2012 en donde muchos de los títulos alcanzaron rendimientos mínimos históricos debido a las incertidumbres locales e internacionales