2010 será un año récord para las emisiones High Yield europeas

2010 podría ser un año récord para las emisiones de deuda high yield europea, pues los emisores con grado especulativo (con rating por debajo de BB+) usarán los bonos para refinanciar los créditos bancarios y extender el vencimiento de la deuda. Sin embargo, en un ambiente menos propicio para el crédito, los inversores canalizarán estas emisiones de alta rentabilidad para obtener dividendos, según un informe de Standard & Poors Ratings Services titulado “Deuda Hith Yield”.

“Las emisiones de alta rentabilidad han sido usadas en los últimos tiempos para refinanciar los préstamos bancarios y ampliar los vencimientos”, asegura Taron Wade, analista senior, “pero están jugando otro papel tras las numerosas bancarrotas y reestructuraciones y serán utilizadas para la obtención de dividendos, algo menos bienvenido desde una perspectiva del crédito porque supone una reminiscencia del mercado financiero apalancado de 2007”, afirma. Y es que los dueños de los bonos pueden obtener dividendos, pero no a través del cash procedente de las operaciones, sino de apalancamiento adicional en forma de bonos o créditos bancarios.

Los tenedores de private equity usaron esta estrategia de 2005 a 2007, que disminuyó el riesgo en sus portfolios de acciones, impulsando los retornos de corto plazo a expensas de la calidad crediticia de las mismas compañías. Por ello, S&P cree que este tipo de transacciones pueden erosionar la calidad crediticia y exponen a los proveedores de deuda a un mayor nivel de riesgo asimétrico. Los mayores tipos de interés flotantes en un periodo alcista en el precio del dinero podría también exacerbar este riesgo, según el informe.

El mercado de crédito es menos accesible para aquellos más endeudados, así que los emisores se dejarán seducir por el potencial de atrapar liquidez en el mercado de bonos high yield, competitivo en comparación con los costes de acudir a la financiación bancaria, especialmente para emisores con rating por debajo de BBB. Además, y debido al potencial alcista del mercado, pueden ofrecer una atractiva oportunidad para emisores corporativos debutantes que fijen intereses fijos y periodos más largos de vencimiento, una alternativa para que las compañías resistentes a acudir a los bancos encuentren diversificación y expansión de sus fuentes de ingresos, animadas además por el hecho de que con la recuperación económica muchos inversores están comprando estos activos de alta rentabilidad y más larga duración.