MOVE Index: el índice que mide la volatilidad del mercado de bonos, en mínimos históricos

Jerome Powell, Reserva Federal
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Cuando uno piensa en volatilidad tiende a asociarla con el mercado de acciones pero lo cierto es que cada vez tiene más sentido analizar la volatilidad también desde el punto de vista del mercado de bonos, más en un momento como éste en el que en apenas seis meses se ha pasado de hablar de un proceso de normalización monetaria por parte  de los bancos centrales a otro en el que vuelve la política más acomodaticia, y no solo en Europa sino también en EEUU como dejó claro la Fed en su última reunión.

De hecho, de la misma se sacaron dos conclusiones claras. La primera, que no habrá subidas de tipos en 2019 y la segunda que la retirada de liquidez del mercado se frenará más pronto de lo esperado. “Esta postura también deja a la Reserva Federal con poco margen de maniobra si los datos sorprenden al alza a medida que avanza el año, pues la posible combinación de unas condiciones financieras más fáciles, un endurecimiento de los mercados laborales y algunas mejoras en el crecimiento (y la inflación) más adelante durante este año podrían requerir un nuevo giro de su política, lo que colocaría a la Fed -nuevamente- de vuelta hacia la trayectoria de normalización. Y esta sigue siendo nuestra base de trabajo”, apuntaba Anna Stupnytska, Economista Global de Fidelity International, minutos después de conocerse la decisión del organism presidido por Jerome Powell.

En todo caso, la decisión de la Fed no estaba descontada por el mercado, al menos no del todo, como se vió en el hecho de que los bonos a 10 años de EEUU recibieron la noticia con compras que llevaron a su rentabilidad a a caer hasta niveles del  del 2,51%.

También hubo movimientos en el Merrill Lynch MOVE Index, el equivalente en los bonos al VIX en las acciones ya que mide la volatilidad de las opciones de los bonos estadounidenses a un mes, que registró un nuevo mínimos históricos al cotizar en niveles de los 42 puntos. Por poner esta cifra en contexto, hay que tener en cuenta que desde el lanzamiento del índice en abril de 1988, la lectura media del mismo ha sido de 97 puntos pero en los últimos cinco años esa media ha bajado hasta niveles del 70. Nivel que está ya muy lejos de su cotización actual ya que en este 2019 el índice no se ha situado en ningún momento por encima de los 50 puntos dando signos de una extrema complacencia y anticipando que esta política de bajos tipos de interés se prolongará en el tiempo.