La libra de Facebook, una entre miles

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Scott Beale, Flickr Creative Commons

Desde el boom de bitcoin, muchas han sido las voces que clamaban por la falta de valor de las criptodivisas y la formación de una burbuja especulativa en este mercado ante el elevado número de ellas que surgen cada año. El último en unirse a esta nueva moda ha sido Facebook: hace apenas unas semanas anunciaba (con detalles pendientes) el lanzamiento de una criptodivisa, llamada libra, que estará soportada por una blockchain propia con el mismo nombre. Con esta criptodivisa, Facebook no hace más que perseguir el objetivo que otros han hecho antes: mejorar bitcoin, solventando algunos de sus problemas.

Libra nace con una ambición similar a la de bitcoin: servir de un medio de pago global y digital. No obstante, y aunque aún quedan muchos detalles por conocer, hay novedades en la arquitectura de esta criptodivisa frente al referente de bitcoin. El primero de ellos es que se plantea como una stable coin, es decir, que podría carecer de la elevada volatilidad que presentan este grupo de activos digitales. Las stable coins suelen fijar su precio a una divisa (e.g., euro, dólar) o una materia prima (e.g., oro, Brent) con el objetivo de darle más estabilidad al precio. Libra no estaría anclada a una sola divisa, sino que estaría respaldada por una cesta de divisas o activos financieros estables (e.g., deuda soberana de corto plazo) aún por definir. Esta decisión no sólo aspira a ofrecer una mayor estabilidad a la nueva criptodivisa, sino que también intenta mejorar la percepción sobre la misma como una reserva de valor que sea propicia a utilizar como medio de pago.

Los problemas de escalabilidad que plantea bitcoin también podrían solucionarse según el planteamiento inicial de libra. Según las directrices publicadas por Facebook, libra podría superar con creces las cinco transacciones por segundo que es capaz de procesar bitcoin: se estima que pueda ejecutar hasta 1.000 transacciones por segundo.

Además, se incorporan al diseño original de Libra algunas características de otras criptodivisas como ether. Por ejemplo, la red de blockchain en la que se basa será permisionada y programable. Esto supone que a) habrá un ente que otorgue permiso a los usuarios para formar parte de la red (The Libra Association) y b) que podrá utilizarse para diseñar aplicaciones como smart contracts de un modo similar al que se hace con Ethereum. También utilizará un sistema de formación de bloques de transacciones diferente: proof of stake contra proof of work usado por bitcoin, suponiendo un ahorro en energía y equipamiento.

Para los no iniciados en tecnología blockchain, señalar que blockchain es una tecnología que almacena información. La blockchain de bitcoin (y previsiblemente también libra) almacena las transacciones que se han hecho con estas criptodivisas a lo largo del tiempo. La validación de las transacciones se hace por mero chequeo del histórico: la red conoce que de una transacción previa una persona ha obtenido la criptodivisa que ahora quiere transmitir a otra persona. Las transacciones, posteriormente, se almacenan en bloques de información que, para añadirse a la red y ser realmente efectuadas exigen un tipo de trabajo por parte de los usuarios: proof of stake o proof of work.

La primera prioriza la formación de bloques de transacciones acorde a votos, dando más poder a quien más libras posee y la segunda da la prioridad en base a quien resuelve más rápido una prueba matemática (proof of work) que requiere miles de ordenares potentes trabajando de forma continua en la red. Como conclusión, se dará un ahorro de energía y los ordenadores trabajando para libra no necesitarán de características técnicas tan especiales.

En definitiva, el proyecto libra es esperanzador al solucionar un gran número de problemas que podrían estar limitando la expansión de bitcoin. En la medida en que se trata de una divisa aparentemente eficiente, de bajo coste y que puede funcionar de forma global, libra estaría directamente apuntando al mercado de pagos minoristas y de remesas. Sin embargo, los obstáculos a corto plazo retrasan en el tiempo esta amenaza. La población desbancarizada no es el principal objetivo directo de las empresas tradicionales de medios de pago y es donde, quizá, libra, pueda tener un mayor recorrido. No obstante, libra tendrá que luchar por la aceptación y pasar los filtros regulatorios (cumplir con leyes internacionales de pagos, cumplimiento de la normativa de blanqueo de capitales) antes de poder llegar a buen puerto.

Ya son muchos los que han intentado superar las limitaciones de bitcoin y convertirse en la moneda digital de millones de usuarios. Entre los miles de criptodivisas, ¿será libra única o una más del universo? Sin duda, el mundo estará pendiente.