Growth, Value y Blend, las grandes diferencias de los principales estilos de inversión

Tres globos
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A veces no resulta sencillo diferenciar entre los diferentes sustantivos que acompañan a los nombres de fondos de renta variable. De todos los apellidos que acompañan a los nombres de los productos hay tres que se repiten en casi la totalidad de los mismos: growth, blend y value. Los tres se utilizan para acotar el tipo de empresas o negocios en los que invierten y en el blog de Pictet nos explican las grandes diferencias que existen entre unos y otros.

1. Fondos growth
Son los diseñados para invertir en empresas en fase de expansión que consideramos pasarán por un proceso de crecimiento en los años siguientes. No priorizan el precio de las acciones, sino que se rigen por las perspectivas de crecimiento que ofrece la empresa.

En principio, los inversores que optan por este tipo de fondos buscan crecimiento de ventas y un PER más elevado que el que ofrecen las empresas value. Uno de los sectores más habituales en los que puedes encontrar fondos de inversión growth es el tecnológico. Las compañías que trabajan en este sector son más volátiles y sus ingresos son menos estables.

2. Fondos blend 
Si optas por estos fondos podrás invertir tanto en empresas que están en crecimiento como en las de valor. Por lo tanto, tendrás la oportunidad de combinar dos estilos de inversión y, así, generar más beneficios a largo plazo. Contar con información y análisis de los mercados o asesoramiento profesional te dará las claves de cuándo invertir en unas u otras.

Este tipo de fondos fueron creados para ofrecer a los inversores la posibilidad de beneficiarse de las inversiones que en principio podemos considerar de valor, siempre identificadas teniendo en cuenta características fundamentales. De hecho, unen en una misma cartera la posibilidad de invertir en ganancias de capital potenciales, teniendo en cuenta diferentes tipos de inversiones.

3. Fondos value
Los fondos value son los que identifican a compañías que a priori pueden parecer infravaloradas por sus características financieras. Aunque en principio parezca arriesgado apostar por empresas que no cumplen con los requisitos de rentabilidad más obvios, son una inversión que puede ser valorable. Pese a que pueda parecer que los gestores solamente buscan rentabilidades positivas, lo cierto es que lograr este objetivo no siempre pasa por los mismos cánones.

Los inversores que optan por los fondos value ignoran el timing concreto por el que pasa el mercado y apuestan por poner su dinero en empresas consideradas con un valor que será reconocido en el tiempo, aunque ahora mismo no tengan un gran nivel de cotización.

Encontramos empresas que pertenecen a sectores más maduros, como alimentación, eléctricas, medicamentos y que cuentan con mayor estabilidad y fuertes barreras de entrada.

A la hora de crear una estrategia inversora hay que tener en cuenta la necesidad de diversificar la inversión en fondos value en más de una compañía o sector. De esta manera, evitarás que una caída fuerte afecte violentamente los resultados de tu cartera de inversión.

¿Cuál es la mejor opción para tus inversiones?
Después de conocer las características de todos estos fondos, seguramente te estarás preguntando en cuáles invertir para conseguir la mayor rentabilidad. La verdad es que no tienes por qué quedarte solamente con uno de ellos.

Puedes crear una cartera diversificada que te proporcione beneficios a largo plazo incorporando fondos de ambos estilos. O elegir fondos blend y que sea el gestor quien decida donde invertir en cada momento.

De todos modos, hay que tener en cuenta que, a la hora de realizar inversiones beneficiosas a largo plazo, muchos optan por los fondos de valor. En cambio, en épocas de desarrollo económico la tendencia es decantarse por los fondos growth por su particular performance en este tipo de contextos. Lo importante es que cuentes con toda la información y asesoramiento posible para que tomes la mejor de las decisiones.