El índice Big Mac o cómo saber lo que valen las divisas

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En el mundo financiero están los índices tradicionales y los menos convencionales. Uno de estos últimos es el Big Mac Index, desarrollado por el semanario The Economist  allá por mediados de los 80 que analiza si una divisa está o no sobrevalorada frente a otra a partir del precio que tienen en los diferentes países la hamburguesa más conocida de la marca McDonals, el Big Mac. “Según su enfoque, en el largo plazo, el tipo de cambio entre dos monedas se tiene que mover hacia aquel nivel que iguala los precios del Big Mac en los dos países. ¿Por qué una hamburguesa? Porque se trata de un producto homogéneo en los más de 70 países del mundo en los que se vende y ¿no se parece mucho a una cesta? Contiene carne de vacuno, lechuga, cebolla, pepinillo, queso fundido tipo cheddar y pan”, apuntan desde Bankia Estudios.

Este índice es una mera adaptación de la teoría de la Paridad del Poder Adquisitivo (PPA), que vincula la evolución del tipo de cambio entre dos monedas con la diferente evolución de sus respectivos niveles de inflación. “Según su planteamiento, la moneda con peores expectativas de inflación tiende a perder valor en el tiempo (a depreciarse), mientras que la moneda con mejores expectativas de inflación tiende a aumentar su valor (a apreciarse)”, afirman en Bankia.

Pues bien, según este índice las únicas divisas que en la actualidad están sobrevaloradas en su cruce frente al dólar son por este orden el franco suizo, la corona noruega y la corona sueca. Por el contrario, divisas como el euro o la libra se encuentran fuertemente depreciadas en su cruce contra el billete verde hasta el punto que la divisa británica marca niveles de infravaloración no vistos al menos desde al año 2000 ya que el indicador cifra en un 27% su infravaloración frente al dólar . Esa depreciación en su cruce contra el euro se reduce hasta niveles del 12%. Eso sí, desde enero la libra ya suma un 4% por lo que es previsible que en la revisión de este curioso índice esta depreciación se haya  recortado. Es decir, que la diferencia entre comprar un Big Mac en Londres y comprarlo en Madrid, por ejemplo, ya no sea tan alta.

Y es que hay que tener en cuenta que la última actualización del índice data justo de enero de este año cuando  el mercado aún esperaba que la Fed mantuviera su hoja de ruta en lo que a normalización de política monetaria se refiere, lo que justificaba un dólar al alza, y con unas mayores posibilidades que las que hay ahora de que Reino Unido llevase a cabo un Brexit duro, algo que tras la prórroga acordada por Reino Unido y el resto de Unión hasta octubre, parece menos probable que suceda.