¿Cuáles son las ventajas de la gestión cuantitativa frente a la gestión tradicional?

Ordenador
NordWood Themes, Unsplash

Los ordenadores son una herramienta esencial en el trabajo de los analistas y gestores a la hora de identificar oportunidades de inversión. Muchos dicen que les ayudan a mantener la cabeza fría y elegir las mejores acciones para las carteras basándose en datos objetivos. La experiencia muestra que se puede generar valor añadido con modelos que siguen un enfoque cuantitativo. Existen productos en el mercado que han obtenido muy buenos resultados. La gestión cuantitativa incluye muchos enfoques distintos para invertir en renta variable. Hay tanto conceptos muy específicos centrados en un único factor, como el momentum, como variaciones multifactoriales altamente diversificadas. Por muy variados que puedan ser, todos estos enfoques comparten las ventajas específicas de la gestión cuantitativa.

Pero… ¿cuáles son las ventajas de la gestión cuantitativa frente a la gestión tradicional? Según explican Carsten Grosse-Knetter, responsable global de estrategias cuantitativas en Oddo BHF Asset Management, y Thierry Misamer, gestor de carteras en la entidad, existen varias. “La primera de ellas es la capacidad para cubrir un gran universo de inversión. Tomemos como ejemplo la renta variable europea, representada por el Stoxx 600. Un gestor cuantitativo puede rastrear y analizar la evolución de precio y los fundamentales de las 600 compañías del índice en todo momento y tomar una decisión basada en la información producida por su modelo. Por el contrario, un gestor discrecional sólo puede analizar en profundidad un número limitado de compañías y está restringido en sus oportunidades de selección”.

De acuerdo con los expertos, “la segunda ventaja de la gestión cuantitativa es que el stock picking se basa en reglas prestablecidas que se presentan a los inversores en detalle y que pueden divulgarse con transparencia. Además, el uso sistemático de estas normas hace posible medir su eficiencia de una manera precisa. El gestor puede analizar y explicar en todo momento los resultados obtenidos, lo que hace que la gestión cuantitativa sea más transparente que la gestión discrecional. Sin embargo, también hay diferencias entre gestores cuantitativos. Cuando se toman decisiones de inversión basadas en modelos matemáticos complejos es difícil o imposible ilustrar de forma detallada los distintos factores detrás de las decisiones de inversión”.

Una tercera ventaja es la eliminación casi completa de las emociones. “Los estudios de finanzas conductuales han hallado que las emociones juegan un papel importante y pueden llegar a ser contraproducentes, especialmente en momentos de tensión en los mercados. El gestor cuantitativo adopta un enfoque sistemático y lo aplica de una manera consistente y disciplinada”, señalan.

Parecidos…

Tanto en la gestión discrecional como en la gestión cuantitativa, la decisión del gestor del fondo es decisiva y debe adecuarse al perfil de riesgo del inversor. Por esta razón, tanto Grosse-Knetter como Misamer consideran importante evaluar la solidez del modelo del gestor. “Debe estar basado en regularidades claras del mercado y las fuentes de potenciales rendimientos superiores deben estar claramente definidas. Los pasos individuales que llevan a las decisiones de inversión deben quedar tan claros como los criterios de stock picking y el track record también debe ser probado a conciencia”.

… y diferencias

Por el contrario, la gestión cuantitativa difiere de la gestión tradicional de fondos en su enfoque extremadamente sistemático, consistente y disciplinado. “Sin embargo, debemos tener en mente que ambos estilos están expuestos al riesgo de pérdidas. En última instancia, nuestras decisiones de inversión también están basadas en fundamentales como los resultados corporativos y en indicadores técnicos como la evolución del precio, las mismas variables que tienen en cuenta los gestores tradicionales”, concluyen.