Así hay que explicar al cliente de depósitos que estos seguirán sin darles rentabilidad al menos un año más

Cerdo
Kenteegardin, Flickr, Creative Commons

Hace apenas unos días el Banco de España publicó un nuevo máximo histórico en depósitos en España al haber alcanzado estos los 819.000 millones de euros. La cifra es un 3% superior a la que había en nuestro país hace apenas diez años, en plena crisis bursátil tras la quiebra de Lehman Brothers a pesar de que entonces un depósito a 12 meses ofrecía rentabilidades superiores al 5% y que ahora apenas dan el 0,04%.

Desde Help my cash han cuantificado en euros la diferencia que hay entre lo que se obtiene ahora por un depósito y lo que se obtenía en 2008 y el resultado es cuanto menos llamativo. “Hace una década, por cada 10.000 euros depositados a un año los ahorradores ganaban, de media, 275 euros. Y si echamos la vista un poco más atrás, a octubre de 2008, cuando los plazos fijos registraron las mejores rentabilidades desde que el regulador publica su serie estadística (enero de 2003), la diferencia es aún mayor. Por aquel entonces, el interés medio de las operaciones a un año o menos era del 5,07%, lo que se traduce en unos beneficios de 507 euros brutos por cada 10.000 euros invertidos durante un año”, afirman desde este comparador. Hoy, por cada 10.000 euros invertidos en depósitos, un ahorrador recibe cuatro, lo que implica una caída del 300%.

Además, si en algo coinciden los expertos es en señalar que esa era de los depósitos extratipados no volverá ni el corto, ni en el medio ni en el largo plazo. De hecho, el BCE en su última reunión del 6 de junio volvió a retrasar la fecha en la que se puede esperar la primera subida de tipos que ya no se prevén hasta al menos la primera mitad de 2020. Por no mencionar que dejó abierta la posibilidad a que se produjeran nuevos recortes. “El presidente del BCE dijo varias veces que los recortes de tipos y la renovación de las compras de activos eran opciones viables, especialmente si la Reserva Federal volvía a recortar los tipos de interés como resultado de las prolongadas tensiones comerciales entre Estados Unidos y China”, afirma Mondher Bettaieb-Loriot,  director de crédito corporativo de Vontobel AM. De hecho, Franck Dixmier, responsable global de renta fija de Allianz Global Investors, afirma que “no esperamos una subida de tipos hasta 2021”.

Ante esta situación, caben dos opciones. O bien que los inversores opten por cancelar sus depósitos ante la baja rentabilidad que estos ofrecen (y seguirán ofreciendo) y que opten por otra alternativas de inversión con mejores perspectivas de rentabilidad asumiendo un poco máas de riesgo o que decidan dejar su dinero en cuentas corrientes. 

"Los bancos comerciales se han mostrado reticentes a repercutirles el coste a sus clientes. La mayor parte del sector privado y prácticamente todas las cuentas de ahorro de particulares, no pagan nada por este concepto. La razón es sencilla: si los tipos de interés se reducen demasiado, es posible que los ahorradores decidan cancelar sus depósitos bancarios y guardar el dinero en efectivo. De hecho, esto ya podría estar sucediendo, a juzgar por las informaciones anecdóticas que hablan, por ejemplo, de largas listas de espera para alquilar una caja de seguridad. Obviamente, acumular efectivo también conlleva costes", advierten desde DWS.