Y tú más

Nuevo post del blog de María Folqué y Montserrat Formoso de Funds People.

Aquí estamos de nuevo. Otros compromisos nos han alejado de ustedes en estas dos semanas de campaña electoral y piña de la renta fija. Y no sabemos cuál de estos dos eventos habrá sido más difícil de sobrellevar. A nosotras nos tira un poco lo del absurdo, vamos, que sí, que tenemos querencia por lo surrealista y por el humor manchego, pero esto a ratos ha sido too much. Lo bueno es que el próximo lunes los amables candidatos que han cantado, bailado, hecho monerías o emulado verano azul para ustedes volverán a lo suyo, es decir, a pasar mucho, y les dejarán, por fin, en paz. Ventajas de la democracia representativa, nada es eterno.

De todas formas, como finas analistas que fuimos, no podemos dejar de apuntar ciertas cosas que nos han llamado la atención. Lo que más es lo fratricida que está siendo la contienda. Botella atiza a Aguirre, que no soporta a Cifuentes; Izquierda Unida reniega de su candidata a la alcaldía de Madrid; Carmena no quiere hacer actos de campaña con Pablo; y Pedro y Susana ni siquiera se miran. Tergiversando el argumento, todo esto nos hace concebir esperanzas de que luego los pactos vayan a ser más fáciles, a lo mejor los vecinos de los otros escaños les caen mejor.

Lo de los pactos va a ser emocionante. Los partidos dicen “pactaremos en base a los programas” y luego van y no tienen programas, porque ahora se lleva más el rollo twitero, tablas de la ley, easy breezy, para qué te voy a aburrir, mira yo de verdad lo que hago bien es insultar por la tele. Vamos, que estamos deseando que llegue el domingo por la noche para ver como sigue la cosa.

Mientras, los mercados estaban más a lo suyo, porque las fuerzas de orden aguantan mejor de lo que parece y la syricización del sur de Europa va a tener que esperar por ahora. Pero mayo es mayo y había que parar y templar.

Aunque siempre nos quedarán los bancos centrales. Porque los reyes del mambo monetario también tienen que hacer política y convencer a su público, los mercados, de que son transparentes, que hablan en serio y que luego no vengan los disgustos y la volatilidad por los malentendidos. Pero si nos referimos a la Fed y BCE la pérdida de sincronización de ambas políticas es evidente. El BCE insiste en que a pesar de la mejora de la economía de la Eurozona las compras de bonos continuarán hasta que terminen (septiembre de 2016). Draghi señaló en una conferencia del FMI en Washington que siete años de crisis han vuelto a las empresas y los hogares muy reacios a asumir riesgo económico, por lo que “se necesita algo más de tiempo antes de que podamos declarar un éxito, y los estímulos permanecerán tanto tiempo como sea necesario para que su objetivo sea plenamente alcanzado”. Amén.

En otras cosas anda la Fed con sutilezas del tipo “ojo con las valoraciones no nos vayamos a llevar un disgusto cuando por fin nos decidamos con la primera subida tipos”. Y a continuación, llegan las últimas Actas retrasando las expectativas de la misma ante la flojera que le ha entrado a la economía americana en los dos últimos trimestres. Tachamos junio y nos vamos a septiembre.

Cerrando el paseo por las never ending stories, Grecia y su nuevo pago al FMI del 5 de junio. El viernes 22 toca una nueva reunión decisiva tras la que, sin necesidad de encuestas ni sondeos previos, presuponemos el resultado: alemanes y belga a cara de perro, Varufakis desde su casa twitteando que las negociaciones van bien, que se están acercando posturas. Y mientras, emerge el desencanto, el de  la población griega con su gobierno, y la especulación con empresas de impresión de billetes que se disparan en bolsa.

Esperamos que De Guindos ponga orden, se juega su silla al frente del Eurogrupo. Si le faltan recursos, tire de lo doméstico y márquese un Oyón. 

 

Buena semana