Vuelvan ustedes por aquí

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Joel Filipe (Unsplash)

Nuevo post del blog de María Folqué y Montserrat Formoso de Funds People.

Tanta teoría de juegos, tanto dilema, tanto chicken game y resulta que Tsipras, Varoufakis y el Eurogrupo no estaban sino reviviendo el diálogo de los Melios, en el que los atenienses les dicen a los vulnerables isleños “Los fuertes hacen cuanto pueden y los débiles sufren cuanto deben», y a continuación, los arrasan. El diálogo, recogido por Tucídides y que siempre se cita para ejemplificar la postura de la escuela realista en las relaciones internacionales, puede haber estado un poco más atemperado, y a lo mejor ha sido en alemán, pero debe haberse parecido, esta vez con Schauble a la cabeza de los atenienses y con Guindos de segundo, en plan alumno aventajado pelín empollón de esos que levantan la mano con el brazo muy tenso antes de que se formule la pregunta.

Así que hay prórroga de cuatro meses siempre y cuando los melios, en este caso también atenienses, logren que la pasta no siga saliendo a borbotones de ese marco incomparable de belleza sin igual que es la península griega y sus hermosos archipiélagos. A lo mejor el innombrable, o sea, Pablo Iglesias (prueben a decir el nombre al revés) les ha dado una idea con el impuesto para “ricos patriotas”. O a lo mejor no, porque con lo complicado que está hoy en día saber lo que es un rico, como para saber lo que es un rico patriota. Y además ¿si el rico no es patriota, qué hacemos?. El lenguaje está desde luego en juego. Ya no hay troika, hay instituciones. La familia Pujol no vive en la abundancia, sino en un desguace de Ferraris. Y ya no hay jefes de la oposición, hay señores patéticos. Por contrarrestar el déficit en las formas, queríamos decirles que vuelvan por aquí por favor, que nos encanta cuando hacen click en el enlace y podemos compartir unos minutos de su tiempo.

Y mientras a unos les ha tocado el palo otros van a por la zanahoria. La Comisión Europea ha dado el visto bueno a la flexibilidad en la concesión del déficit de Francia, retrasando la consecución del ansiado 3% dos años más, hasta el 2017. Siempre ha habido clases y cada vez más hastío interno. Y Alemania, por mucha Alemania que sea, necesita del resto de la Unión para posicionarse ante el mundo y hacer bulto en la foto.

Esa misma Alemania que esta semana colocaba una emisión de bonos a cinco años al -0,08%. Sí, señores. No sabemos si se trata de inversores ricos y patriotas de la causa germana, o más bien que su perfil conservador les obliga a exprimir las rentabilidades en términos reales. El BCE y su tasa de depósitos al -0,2% también tiene que ver.

En el apartado más reciente de política monetaria toca hablar de la Fed y la extensión de la retórica. Porque esta semana hemos tenido Janet Yellen para rato tras su comparecencia en dos comités en las cámaras del Congreso para explicar su política monetaria. El resumen es el siguiente: no habrá subidas de tipos en las próximas dos reuniones (marzo y abril), y más allá no sabemos si habrá dragones y un verano movidito, pues todo dependerá, con paciencia o sin ella, de lo que digan los datos. Y los datos les dicen que el empleo va bien y que la caída de la inflación (-0,1% en enero) es temporal, efecto fundamentalmente de la caída del precio de la energía. Entre junio y septiembre anda el juego.

Hasta ahí sin novedad. La discusión estuvo en otra parte, en la intención de varios senadores republicanos de aplicar una ley que exija al Congreso auditar la toma de decisiones de la Fed, a lo cual Yellen se opuso de raíz en aras de defender la independencia de la institución. A ver quién le mete auditoria al forward guidance, el data depending o el considerable time... Regresiones sofisticadísimas tiene que haber detrás. Aunque no parece que lo sean para los mercados, que están tan de vuelta de todo que trabajan con su propias expectativas para los tipos al margen de las cifras oficiales de la Fed. ¿Exceso de confianza en el Hada Madrina de los mercados y el riesgo de tipo de interés? Esta semana la sólida demanda en la emisión de bonos a 2 años.

Para finalizar, amable lector, ante el respeto que nos merece no podemos más que darle unos consejos de cara a lo que está por venir: todo un vendaval electoral. Minimice el consumo de televisión, las charlas con los taxistas, las comidas con familia política y maridaje, y consuélese pensando que, tal como señala Moisés Naim, “todos mentimos, esa es la verdad”. La campaña ha empezado. Esta semana ya se vieron las primeras máquinas de asfaltado por la calle Génova. 

Los clásicos

 

Buena semana,