Vigilando la paridad del riesgo: ¿qué pasa cuando todas las clases de activo caen a la vez?

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ervega, Flickr, Creative Commons

Gestionar es complejo en un entorno normal, y se convierte en un desafío en entornos en los que las circunstancias se vuelven excepcionales. Uno de los aspectos clave para la construcción de una cartera, especialmente si es de un fondo multiactivo, es la paridad del riesgo. Para Michael McHugh, gestor de Invesco AM, la clave está en cómo se debe actuar en los momentos en los que las correlaciones se disparan y varias clases de activos caen al mismo tiempo. Pone como un caso práctico de colapso la corrección de agosto: la renta variable cayó de media un 6,62%, las materias primas perdieron un 0,92% y los bonos apenas consiguieron mantenerse en positivo. 

A continuación, McHugh da algunas pistas a los inversores sobre lo que deberían esperar en el caso de materializarse el peor escenario posible. Empieza analizan la frecuencia con la que se han producido estos momentos de ventas generalizadas entre 1973 y 2015, que sintetiza en la tabla adjunta. Su primer hallazgo es que todos los activos cotizaron a la vez en negativo durante un mes el 8,2% de todo el periodo estudiado, una frecuencia que se disuelve cuando se amplía la frecuencia a tres meses o doce meses. Por el contrario, los periodos en los que renta variable, renta fija y materias primas suben al mismo tiempo han sido históricamente mucho más abundantes y duraderos en el tiempo: casi el 37% de las veces han sido capaces de subir al mismo tiempo durante un periodo de doce meses seguidos.

McHugh considera que este resultado es importante para los inversores porque “estas tendencias ilustran los beneficios en el largo plazo de la diversificación, que buscan capturar las estrategias de paridad de riesgo”. De hecho, indica que el equipo de asignación global de activos de Invesco percibe que “todos los meses de comportamiento negativo podrían presentar un atractivo punto de entrada para invertir en estrategias de paridad del riesgo, dada la tendencia de los activos subyacentes a volver a un estado de ‘comportamiento normal’ a lo largo del tiempo”. 

El gestor es consciente que, a pesar de estas estadísticas, el comportamiento de los mercados es muchas veces impredecible, por lo que comprar en momentos de caída puede ser una dura tarea. Por ello, el consejo que da para afrontar los periodos de incertidumbre es “repartir el riesgo entre clases de activos que históricamente se hayan comportado de forma distinta durante las fases de ajuste del ciclo económico”. Así, indica que las materias primas suelen portarse bien en los mercados guiados por la inflación, mientras que, en cambio, la renta variable han mostrado un comportamiento superior en momentos de crecimiento con baja inflación. Finalmente, indica que la deuda soberana puede actuar como protección en periodos deflacionarios. 

El modus operandi de Invesco

A continuación, el experto procede a explicar a grandes rasgos el modus operandi de Invesco para la construcción de la cartera del Invesco Balanced Risk Allocation, un fondo que Morningstar etiqueta como mixto flexible, y que tiene capacidad para invertir en estas tres clases de activos. En primer lugar, McHugh señala que la exposición a renta fija, renta variable y commodities se construyen en base a los principales motores de retornos que sean específicos a cada una de las clases. Después, se combinan y determinan las ponderaciones en función de la cantidad del riesgo que pueden imprimir sobre la cartera. Finalmente, se realizan ajustes tácticos en la cartera a medida que avanza el ciclo del mercado para ir adaptándola a cada fase.