Vientos del Este

jaime
Máximo García

Hace ya tiempo que no basta con observar lo que ocurre en nuestro entorno para estar a la última. Las referencias están cambiando y no podemos estar ajenos a lo que ocurre en territorios inexplorados como Asia, donde las entidades financieras están a la vanguardia en muchos aspectos. La llegada tardía de la democratización de las inversiones (y realmente de todo) es perfecta para aplicar la última tecnología, porque partiendo de una hoja en blanco se puede construir un futuro sin ser esclavo del pasado. Además esta vez es diferente, hablamos de la región con mayor proyección en el mundo y ésta empieza a asumir su papel, empieza a hacerse mayor y empieza a crear cosas que pasan a ser especiales, cosas que tienen algo.

El cambio es real, Asia ha pasado de la mera copia, a empezar a ser los primeros. Los primeros que se lanzan a la distribución masiva a través de AliPay (93,2 billones de dólares recaudó el fondo monetario de Yu’e Bao en pocos días), los primeros que se vuelcan en la banca móvil y los primeros en tener una red social con servicios totales de pago (WeChat). En pocos años, dedicaremos el mismo tiempo al sucesor de Trump que al XX Congreso del Partido Comunista Chino, y seremos nosotros los que copiaremos, los que imitemos innovación, importando experiencias.

En definitiva, sopla Levante y tenemos que izar las velas rumbo a Oriente si queremos encontrar las claves de nuestro futuro. La distribución de fondos pasa por Asia para cualquiera que tenga ambiciones globales o simplemente para cualquiera que necesite entender el significado de la palabra Futuro.