Valórica cree que 2009 será un buen año para el retorno absoluto

La expectativa que levantó Valórica, ya desde antes de su nacimiento, fue enorme. Y la firma, en su primer año de vida, ha logrado estar a la altura. Su equipo de reconocidos gestores, con nombres como Cristóbal Thomas de Carranza, José Manuel Pérez Jofre, Iván Yáñez y Juan Manuel Mazo, se han convertido en los gestores de inversión libre con mejores resultados en 2008. El Valórica Global ganó un 11,78% en el año; el Valórica Macro, un 8,62%; y el Valórica Alfa, un 4,37%.

El director general de la gestora, Víctor Manuel García Romero, inspector en excedencia del Banco de España y miembro del equipo fundador de ING Direct España, responde junto con los gestores a las preguntas de Funds People.

Pregunta: ¿Cuál ha sido la clave del éxito de los fondos de Valorica en 2008?

Víctor Manuel García Romero. director general:

En primer lugar, no cabe ninguna duda, la excelente rentabilidad que a día de hoy muestran los tres fondos que gestionamos se debe al conocimiento y experiencia aportado por nuestros gestores. Todos ellos realizan para los clientes de Valórica exactamente la misma gestión que llevaban muchos años desempeñando exitosamente para sus anteriores casas. Durante su larga trayectoria profesional han trabajado siempre en entornos de “retorno absoluto”, y en diversas ocasiones en el pasado se vieron en la coyuntura de gestionar sus mandatos de inversión en períodos de crisis, si bien es cierto que las anteriores recesiones no tuvieron la magnitud y la intensidad que estamos experimentando actualmente.

En segundo lugar, creo que el éxito también se debe en parte al propio marco institucional que hemos creado en la compañía, que persigue fundamentalmente la preservación del capital de nuestros inversores. Las rentabilidades sostenidas a largo plazo no se consiguen con ganancias desmesuradas puntuales, sino sobre todo, evitando las caídas de los años malos. Esta misma estrategia conservadora es la que explica por qué desde el mismo nacimiento de la compañía, quisimos dotarnos de unos departamentos de riesgos y de control interno fuertes, bien equipados de medios humanos y tecnológicos, o por que consideramos de importancia estratégica rodearnos de proveedores de servicios independientes y de reconocido prestigio, como Societe Generale (depositario y administrador de nuestros fondos) o Ernst & Young como auditor.

Por último, con la perspectiva de lo que ha pasado durante el 2008, creo que también acertamos cuando en verano de 2007 decidimos hacer una apuesta muy fuerte por la liquidez de nuestros fondos: dos tienen liquidativo diario y el tercero lo calcula quincenalmente. No nos gustan los activos ilíquidos, y tanto Iván, como Cristóbal, Juanma Mazo o José Pérez Jofre han desarrollado siempre su estrategia inversora utilizando productos muy líquidos, negociados en mercados muy profundos, y de fácil valoración.

P.: Los fondos mantienen una baja volatilidad en un entorno muy complejo ¿Cómo se controla el riesgo de los fondos y qué tan importante es este elemento para la gestora?

Víctor Manuel García Romero, director general:

El control de riesgos ha demostrado ser sido un pilar esencial de la gestión durante este año. Tenemos un departamento de riesgos independiente, que depende directamente del Director General, y que realiza un seguimiento en tiempo real de las carteras gestionadas, pero no con una función coercitiva, si no como un elemento más del proceso de toma de decisiones de inversión. Así por ejemplo, en relación al riesgo de mercado, para cada fondo se calculan diariamente varias medidas de Value at Risk (VAR), con diferentes intervalos de confianza y períodos de observación. Antes de tomar determinadas posiciones se estudia su aportación al riesgo de la cartera, o su impacto en la eficacia de las coberturas realizadas. Por último, se realizan stress test diarios simulando movimientos desproporcionados de determinados parámetros como correlación y volatilidad. Es muy significativo señalar como cada fondo opera con un presupuesto de riesgo, que se incrementa cuando el fondo acumula ganancias en un determinado período de referencia, y se reduce cuando se generan resultados desfavorables. Ello limita el tamaño de las posiciones y la posibilidad de incurrir en pérdidas crecientes.

Otra de las espadas de Damocles de este ejercicio está siendo el riesgo de contrapartida, y nosotros lo sabemos bien, por que Lehman era Prime Broker de dos de nuestros fondos. Un Prime Broker realiza muchas funciones para un fondo de inversión libre: rentabiliza su liquidez, custodia determinados activos, liquida sus operaciones con el resto de intermediarios, y le da contrapartida en operaciones de derivados OTC. Valórica decidió rescindir su relación con Lehman meses antes de que dicha entidad quebrara. Simultáneamente, se realizó una gestión muy conservadora de su exposición a otras entidades financieras, mediante la realización de margin calls diarios, solicitando garantías adicionales, o primando la operativa de derivados con cámara. Ello nos ha supuesto una carga de trabajo muy superior desde el punto de vista legal y operativo, pero a cambio ha permitido que nuestros inversores no sufran pérdidas por este concepto.

P.: ¿Cómo habéis logrado mantener resultados positivos en un entorno tan difícil?

Iván Yáñez, socio gestor de Valórica Global:

La metodología siempre pasa por a) dimensionar las posiciones a la volatilidad corriente del activo b) establecer estrictas políticas de stop loss por posición y para la cartera en su conjunto y c) no ser excesivamente ambicioso en las posiciones que evolucionan favorablemente. Con esta metodología y un ratio de aciertos del 55% se controlan los riesgos y se dejan correr razonablemente las posiciones ganadoras

P.: ¿Cuál ha sido el momento más complicado para vuestra estrategia durante el año?

Juan Manuel Mazo, socio gestor de Valórica Macro:

Sin duda el periodo más complicado en la gestión ha sido la última parte del año, desde el fin de semana de Septiembre en el que cayó Lehman. A partir de ahí, todos vivimos en un entorno de enorme vértigo, (llegamos a dudar de la seguridad de nuestros ahorros en los bancos), lo que nos obligó a gestionar con un criterio de enorme prudencia, ajustando enormemente los parámetros de gestión de riesgos. El tamaño de las posiciones en el Fondo se han dividido hasta por 5 en algunos casos, ya que la volatilidad de algunos activos superó el 100%. Este complicadísimo entorno de inversión se mantuvo durante los meses de septiembre, octubre y noviembre.

P.: ¿Volverá el apetito por los hedge funds en el futuro cercano?

José Manuel Pérez Jofre, socio gestor de Valórica Alfa:

Los hedge fund como clase han decepcionado por dos motivos: primeramente, no han preservado capital, incumpliendo su mandato de retorno absoluto, por estar de forma general excesivamente apalancados en posiciones direccionales, es decir en betas tradicionales. En segundo lugar, han vivido, con el caso Madoff, la inseguridad que supone su desregulación o falta de control.

A pesar de ello el entorno en que vamos a desempeñar nuestra actividad en 2009 se caracteriza por una alta volatilidad, tipos de interés reales o negativos, es decir, activo libre de riesgo sin rentabilidad en la práctica (incluso apuntando eventuales pinchazos de una burbuja en bonos), y extraordinaria iliquidez de los activos rentables

Dicho entorno es extraordinariamente propicio para la búsqueda de rentabilidades superiores al libre de riesgo, con capacidad de movimiento ágil en posiciones largas y cortas entre las distintas clases de activos. Todo ello, después de la necesaria criba entre los vehículos llamados de retorno absoluto, ha de favorecer a aquellos fondos que, con activos tradicionales, transparencia, liquidez y supervisión, sean capaces de cumplir su mandato de preservación de capital y rentabilidades positivas tanto en mercados alcistas como bajistas

P.: ¿Cuál será vuestra estrategia comercial para el año próximo?

Víctor Manuel García Romero, director general:

Sabemos que este año 2009 va a ser difícil. La pésima evolución de los mercados el pasado ejercicio junto con los episodios puntuales de fraude han creado una gran sensación de inseguridad entre los inversores. No obstante todo ello motiva también que haya una gran necesidad para reorganizar carteras, sustituir productos que han funcionado mal, y sobre todo, diversificar entre instrumentos. Es entonces cuando esperamos que los inversores valoren adecuadamente dos aspectos de nuestra gestión. Por un lado, el buen comportamiento que han tenido nuestros productos, no solo en términos de rentabilidad si no especialmente, el hecho de que esos resultados se han obtenido con unas cifras de volatilidad muy bajas, y con total descorrelación con los principales indicadores de mercado.

En segundo lugar, la solidez de la estructura corporativa de Valórica, diseñada para asegurar en todo momento un elevado grado de control interno y de riesgos, estando además nuestra operativa sujeta en última instancia a la supervisión de agentes externos. Por poner un ejemplo, el valor liquidativo de nuestros fondos lo calcula, valora y publica diariamente Euro VL, perteneciente al Grupo Societe Generale, sin ninguna intervención por nuestra parte.

Por último, estamos trabajando en un proyecto para gestionar en el futuro una gama de fondos de inversión UCITS III. Tenemos muchas esperanzas puestas en esta iniciativa, por que la estrategia inversora de nuestros gestores es muy conservadora, como ya hemos comentado, y nunca han necesitado endeudar los fondos, concentrar las carteras, o usar productos sofisticados o ilíquidos. Por ello nuestro estilo de gestión podría fácilmente encajar en un formato de fondo de inversión del tipo “retorno absoluto” que respetara escrupulosamente la Directiva Ucits III, y se generarían importantes sinergias en nuestra actividad.

P.: ¿Qué tipo de cliente puede invertir más en vuestros fondos en 2009?

Cristóbal Thomas de Carranza, socio gestor de Valórica Global:

Nuestro tipo de inversor es universal, ya que lo que todos los inversores quieren independientemente de su naturaleza jurídica es obtener rendimientos positivos independientemente de la evolución de los mercados y con un objetivo primordial de preservar el capital. En nuestros productos tratamos de aunar lo que entendemos como lo mejor de los dos mundos: de la gestión alternativa, la libertad para invertir en todo tipo de activos, utilizando para ello diversos tipos de estrategias según la situación de los mercados (alcistas, bajistas, valor relativo etc:); de la gestión tradicional, los criterios de diversificación, control de riesgo y liquidez diaria

P.: ¿Será 2009 un año difícil para la industria española de inversión libre?

Iván Yáñez, socio gestor de Valórica Global:

Todos los años son difíciles, pero posiblemente el 2008 haya marcado un nadir en cuanto a la industria de gestión en general. Afortunadamente de cara al 2009, muchos tipos de activos se han situado en atractivos niveles de entrada. Es muy probable que la volatilidad siga elevada, pero es difícil que se mantenga en el entorno del 50% de media que tuvo el pasado año. Este año es mas probable que sea de rangos amplios y de gestión micro mas que tendencial.

P.:¿Es probable un cambio en la regulación española sobre hedge funds? ¿Esperáis cambios en la normativa? ¿Cuáles?

Víctor Manuel García Romero, director general:

La Comisión Europea comenzó en diciembre una consulta pública sobre cuatro aspectos de la actividad hedge: si pueden originar y transmitir riesgo sistémico, si amenazan la eficiencia del mercado a través de las ventas en corto, cómo controlan sus riesgos (a la vista del hecho de que habían infravalorado el riesgo de liquidez), y como mejorar la transparencia y protección de los inversores. Sin embargo en nuestra opinión, esta iniciativa se dirige fundamentalmente a controlar la actividad de los hedge fund que operan en paraísos fiscales, sin sujetarse a reglas de comportamiento, marco normativo o supervisión alguna. Afortunadamente en España la regulación de los fondos de inversión libre ha sido acertada, obligando, por ejemplo, a comunicar la composición de las carteras con carácter mensual, imponiendo restricciones y límites absolutos a ciertas operativas (por ejemplo, al endeudamiento), o estableciendo elevados importes mínimos de suscripción para proteger a los inversores menos cualificados. Por ello, no esperamos cambios significativos en la normativa española.