Uruguay: ¿Vulnerable ante el escenario mundial?

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Joel Filipe (Unsplash)

A partir de la salida de dicha crisis, se da una situación de extraordinaria bonanza económica. Ha habido un aumento del poder adquisitivo de la población en su conjunto, presentando mayor gasto y aumento sostenido de ingresos y se logró una disminución de la pobreza. Por otro lado, desde el punto de vista macroeconómico, Uruguay se encuentra en una situación de liquidez sólida (con pocos vencimientos en los próximos meses) y con fortaleza del sistema financiero, donde los bancos poseen un alto porcentaje de liquidez. Se consiguió también el grado de inversor, aunque este hecho ya se reflejaba en el precio y rendimiento de los bonos.

Es importante notar que esta situación se da en un contexto mundial favorable donde hubo un aumento sostenido de los precios de los commodities que son el principal producto de exportación uruguayo, una importante entrada de capitales del exterior -sobre todo de Argentina- y crédito mundial barato. Por otro lado, la escasez de tasas altas a nivel mundial llevo a incentivar a los capitales extranjeros a invertir en la región, buscando mayores retornos.

Ante la difícil situación mundial, especialmente de Europa, y los diferentes posibles escenarios para la salida de la crisis, la pregunta que subyace es si un cambio drástico en esta situación, puede corromper este equilibrio con crecimiento que experimenta el país.

En primer lugar, la gran entrada de capitales del exterior que experimentó en los últimos anos y que en parte ayudo con su crecimiento, podría revertirse. Hoy la afluencia de capitales financia aproximadamente el 30% de la inversión del país. Es sabido que ante una situación de aumento de riesgo mundial se da el “fly to quality” y las economías emergentes son en general las que mas sufren. Esto afecta en dos sentidos, al disminuir la inversión que se realiza en el país y al afectar a los países de la región de los que Uruguay depende fuertemente, como es el caso de Brasil.

A diferencia de lo que sucedía en el 2002, donde Uruguay era totalmente dependiente de Argentina (por vía sistema financiero pero sobre todo exportaciones), hoy las exportaciones a dicho país sólo representan un 7% del total. Sin embargo, la situación Argentina afecta en la entrada de capitales y en el clima de negocios. La situación con Brasil es más compleja, ya que Brasil por un lado afecta a Argentina que a su vez afecta a Uruguay y además afecta directamente a Uruguay, siendo Brasil el principal país al cual Uruguay exporta y representando mas del 20% de las exportaciones del país.

En segundo lugar, Uruguay es vulnerable desde el punto de vista fiscal. Suponiendo una posible depreciación del peso, aumento del costo financiero y enlentecimiento de la economía y por ende recaudación, el problema se profundiza. A pesar de que los ingresos fiscales aumentaron el los últimos años, el gasto aumentó aún en mayor medida. El gobierno no ha podido implementar políticas contra cíclicas, implicando un posible cuello de botella en caso de una desaceleración fuerte.

Es importante notar que todo esto no implica una crisis sistémica pero si demuestra la vulnerabilidad de Uruguay y la dependencia en factores que no puede controlar. Si la salida de la crisis europea no es ordenada, es probable que Uruguay se encuentre en los próximos meses con desafíos que requerirán de gran flexibilidad. A su vez, la previsibilidad y seriedad de las políticas que adopte son fundamentales para no agregar una crisis de confianza a una situación externa desfavorable.