Una semana más

De hecho ésta que recién terminó adolece de esa falta de novedad que reta a quienes cubren la fuente de renta fija.

En el plano internacional el FOMC (Federal Open Markets Committee) para variar repitió su discurso de los últimos dos años, es decir tasas de redescuento en el rango de 0%-0,25%, y la intención de seguir expandiendo el balance de la Reserva Federal (FED), a través de la compra mensual de 85 millardos de dólares en treasuries, permitiéndose con “gran novedad” señalar que tales compras podrían aumentar o disminuir en monto, si las metas de inflación y desempleo así lo requiriesen.

El rendimiento de los bonos basura, medido a través del índice de bonos de Bank of America- Merrill Lynch llegó el viernes 3 de mayo a niveles de 5,124%, un mínimo histórico, que por cierto fue el tercer valor record dentro de una misma semana.

La ganancia de los bonos basura denominados en dólares durante el 2013 ha alcanzado niveles del 5,20%, evento no esperado para este año, donde se suponía que era muy poco lo que las tasas de interés podría seguir cayendo, y donde se les decía a los inversionista que debían esperar rendimientos sólo a través del cobro de cupones.

La deuda venezolana denominada en dólares tampoco ofreció mayores sorpresas. Si bien es verdad que el impase entre asambleístas chavistas y opositores fue el plato fuerte de la dinámica política venezolana, lo cierto es que el mercado financiero no reaccionó a tal evento. Las primas de los credit default swap a 10 años (CDS, pólizas de seguro contra insolvencia de bonos) tanto de PDVSA como de la República cerraron en valores ligeramente inferiores a los de la semana anterior, ubicándose en 917,91 y 733,92 puntos básicos respectivamente.

Los precios de los bonos de la República y PDVSA subieron ligeramente (1% en promedio) mientras que las tendencias de los mercados de bonos y CDS se siguen manteniendo en el 2013, es decir el mercado de CDS sugiere un aumento del riesgo sistémico reflejado en el incremento del valor de las primas de seguro, mientras los precios de los bonos fluctúan dentro de una banda, cuyo límite inferior es sostenido por los inversionistas internacionales que ven en cualquier caída de precios de los títulos venezolanos una oportunidad para comprarlos obteniendo un rendimiento marginalmente superior.

Se empiezan a formar expectativas en relación a la agilización del mercado de divisas ofrecida por el ministro Merentes. Un éxito temprano en este sector fortalecería el precio de los bonos, sobre todo ahora que los altos ejecutivos de PDVSA aseguran que no habrá nuevas emisiones de papeles de deuda de esta empresa en un horizonte cercano.