Una mirada optimista: con mejores perspectivas para el año nuevo tanto para RV como RF

Pensamos que el actual escenario sigue siendo en general favorable para la renta variable: la recuperación económica se expandirá en 2011 pues la demanda continúa fortaleciéndose en las economías desarrolladas al mismo tiempo que se mantiene sólida en las emergentes.

Por su parte, la política monetaria seguirá siendo muy acomodaticia tanto en Estados Unidos como en Europa toda vez que la política fiscal estadounidense parece haber llegado a un acuerdo sobre la extensión de la mayoría de los programas de estímulo en el próximo año. En cuanto a Europa, la política fiscal se volverá ligeramente restrictiva en las principales economías, con la excepción del Reino Unido que probablemente se verá más afectado por los grandes recortes en el gasto público. En otras partes de Europa, la consolidación fiscal fuerte solo preocupa a un pequeño porcentaje de la economía europea (llámese España, Grecia, Portugal e Irlanda, que representan el 18% del PIB de la zona euro). Por otra parte, los países emergentes se enfrentarán al reto de normalizar sus políticas económicas pues los sólidos crecimientos cosechados en 2010 han dado lugar a presiones inflacionistas. El mayor riesgo para ellos radica en que no sean capaces de ajustar la desaceleración y se vean forzados a adoptar duras medidas, lo que traería consecuencias adversas para el panorama económico y financiero mundial.

En cualquier caso, se necesitan algunas subidas más de tipos, lo que obviamente traerá cierta volatilidad en los mercados financieros dado que los inversores están preocupados por la sostenibilidad del crecimiento económico en el mundo emergente. Sin embargo, siempre que las autoridades mantengan el control sobre el tempo económico, esto debe ser visto como un desarrollo favorable. En este contexto es probable que la renta variable en el mundo desarrollado se beneficie de la capacidad de las economías occidentales para sacar partido del fuerte crecimiento de las economías emergentes y podrían acercarse a sus máximos previos a la recesión para finales de año.

En cuanto a la renta fija, como tal, nuestro escenario económico es bastante positivo para 2011 y es probable que seamos testigos de una extensión del movimiento de desafección por los activos refugio que ha empezado en los últimos meses de este año. Asimismo es probable la mejora en la confianza sobre la recuperación económica global, el interés cada vez mayor por las clases de activos más riesgosos y la perspectiva de próximas subidas de tipos tanto por parte de la Fed como del BEC hagan subir los tipos de interés a largo plazo en el curso de 2011. La Fed debería tratar de prevenir una subida demasiado rápida de los tipos por medio de su programa de Quantitative Easing II, pero, al final, si las presiones al alza en los rendimientos son consecuencia de un mayor apetito por el riesgo por parte de los inversores junto con un escenario económico en mejoría, esta debería decidir que es tiempo de abandonar ese mercado, un primer paso hacia la normalización de su política monetaria.

En lo que respecta a la diferencia de tipos entre bonos del tesoro americano y el bund alemán, es probable que se mantenga estable y ajustada: el diferencial de crecimiento entre la economía americana y la alemana se ha estrechado de forma significativa, la inflación es similar a ambos lados del Atlántico, es improbable que tanto la Fed como el BEC vayan a subir tipos en 2011, aunque sí lo es que endurezcan sus respectivas posturas para preparar el camino para las subidas en 2012.