Toréame a ese oso

Nuevo post del blog de María Folqué y Montserrat Formoso de Funds People.

El primer toro es americano y cumplió cinco años el pasado 7 de marzo. Según Market Watch, desde la segunda guerra mundial sólo seis bull markets habían llegado a su quinto año. Lo que ocurre luego con los otros cinco es dispar. Si su visión es negativa, el año que viene puede encontrarse con una repetición del colofón al período 1982-1987, con una caída del 21% del S&P 500, o con el -42% que siguió al ciclo 2002-2007, aunque esperamos de verdad que no. Y si la vida le sonríe, canta por la calle o tararea la oscarizada “Happy” de Pharrell Williams ya desde el desayuno, pues le puede aguardar una repetición de los fabulosos 90, y todavía tiene mucho por delante, o del período 1974-1979, más breve pero que aún así se alargó otro año con un +18%, en la misma línea que entre 1949 y 1955, con un 1956 en el que el índice todavía subió un 38%.

¿Dónde está el límite?  Pues en parte depende de la Fed. De momento el mercado está toreando los últimos trending worries, y aunque se espera que el tapering avance como hasta ahora y la compra de activos concluya a finales de este año (si el mercado laboral mantiene la tendencia actual), los tipos de interés cero y la baja inflación sostienen el atractivo de los múltiplos. Al menos para algunos. Esta  semana James Mackintosh señalaba en el FT.com que las valoraciones de algunas compañías del S&P 500 “descansaban en la creencia de un hada financiera”. Uhm... me lo pone usted difícil.

Pero ya ven, hay donde elegir, afortunados ustedes que no han nacido en Corea del Norte, país en el que los últimos comicios han seguido la regla del 100-100-1. 100% de participación con el 100% de los votos para el candidato único. Y nos dejamos de chorradas. Más emoción van a traer las elecciones de Crimea el próximo domingo. El señor Putin, que ya se anexionó Abjasia y Osetia del Sur en su incursión georgiana el verano de 2008, tira del proceso democrático sólo cuando le es favorable. Y es que más que a la guerra fría el ex espía del KGB ansía volver a la expansión zarista del siglo XIX, que es como más romántica y le cuadra mejor con su idea de la gloria rusa. Próximo objetivo: Moldavia, que anda por ahí, un poco descolgada. Ante esta política de hechos consumados y de precedentes engorrosos, los mercados, se preguntan que pasará. ¿Habrá un acuerdo para imponer sanciones? ¿dejará Londres que afecten a los oligarcas de la City?

Thomas Friedman propone en el NY Times que los americanos se pongan ya a exportar su gas de pizarra a los europeos. Un poquito menos de ventaja competitiva para los estadounidenses pero una dependencia más llevadera para los europeos y sobre todo, menos dinero para la expansión de Vladimir. “Gas natural como herramienta diplomática”, recogía el diario. Y es que la producción de gas natural en EE.UU. ha aumentado un 36% en los últimos 8 años hasta niveles máximos históricos, pudiendo convertirse en exportador neto en 2020.

Para compensar un poco tanta suspicacia y sospecha, apelamos al entusiasmo electoral de la mayor democracia del mundo, cuyas elecciones generales comenzarán el próximo 7 de abril y durarán hasta el 12 de mayo. 814 millones de votantes, 930.000 colegios electorales y más de 15.000 candidatos pertenecientes a 500 partidos diferentes. Eso sí que es la fiesta de la democracia, oh India.

Aunque señores, aunando democracia y fiesta reincidimos en nuestra debilidad por uno de nuestros alcaldes de cabecera y ejemplo de no sabemos qué, Rob Ford, regidor de Toronto, a quien hoy dedicamos nuestro apartado audiovisual por cortesía de Moisés Naim. “Otros vendrán que bueno te harán”.

Buena semana