Telefónica ha decidido, por sorpresa, anular el pago de dividendo que tenía previsto para lo que queda de año, que ascendía prácticamente a 0,8 euros, ya que había prometido 1,3 euros y ya abonó 0,53 euros el pasado mayo. La compañía, que también ha cancelado la recompra de acciones correspondientes a 2012 (que formaban parte de la retribución al accionista), ha argumentado que quiere fortalecerse ante el “contexto económico y financiero tan extremadamente difícil como el actual y ante factores exógenos que están provocando un entorno muy inestable, agravando posibles riesgos financieros”.
En definitiva, quiere “desvincularse” de los riesgos de España, que no tienen precedentes y “están fuera” de su control, afirma en un hecho relevante remitido a la CNMV. La compañía pretende reducir su deuda cuanto sea posible, ya que en estos momentos las empresas españolas no pueden acudir a los mercados a financiarse (a precios razonables) para hacer frente a sus vencimientos de deuda.
Telefónica asegura que retomará el pago de dividendos el próximo año, con un pago de 0,75 euros por acción correspondiente a los resultados de 2013, muy por debajo de los 1,75 euros que había anunciado. Lo hará en dos tramos, uno en el cuarto trimestre de 2013 y otro en el segundo trimestre de 2014.
Los objetivos que impulsan esta decisión son, en primer lugar, fortalecer el balance reteniendo los beneficios generados, reduciendo el endeudamiento y aumentando el valor para los accionistas. En segundo lugar, quiere acelerar sustancialmente la reducción de deuda en el corto plazo. En tercer lugar, desvincular a la compañía de factores macroeconómicos exógenos que afectan a España.
En cuarto lugar, intenta neutralizar las condiciones de liquidez de los mercados de deuda, presentando un perfil de vencimientos de deuda cubiertos hasta finales de 2013. En quinto lugar, reducir el riesgo de ejecución del ya anunciado plan de gestión de la cartera y desinversión de activos. En sexto y último lugar, pretende continuar invirtiendo para un crecimiento rentable de las operaciones.
Además, Telefónica aplicará una rebaja del 20% en las remuneraciones de los consejeros y de 30% en la de los directivos, como consecuencia de su remuneración en especie, al no hacerse efectiva la entrega de acciones y de otras reducciones ya practicadas en el primer semestre. Esta disminución afecta al presidente, a los consejeros ejecutivos y a la alta dirección de la compañía.
La empresa ha adelantado también por sorpresa la publicación de sus resultados del primer semestre, que estaba prevista para mañana. Hasta junio, tuvo un beneficio de 2.075 millones de euros, un 34% menos que en el mismo periodo del año anterior.
La decisión tendrá un efecto importante en buena parte de los fondos de inversión de renta variable española, ya que Telefónica es el valor con más peso del Ibex 35.
¿Qué opinan los gestores?
Los gestores consultados por Funds People creen que esta decisión no tiene por qué ser mala, ya que permite a la compañía sanear sus finanzas. Incluso consideran que está barata y alguno no descartar incrementar sus posiciones. Eso sí, anticipan bajadas del valor a corto plazo. A cierre de ayer, y teniendo como referencia el pago de 1,3 euros por acción prometido, la rentabilidad por dividendo ascendía al 15%, ya que hoy cerró a 8,66 euros.
Para Guillermo Escribano, gestor de Metagestión, "la decisión se ha tomado tarde, pues desde hace un año se viene diciendo que el dividendo no era sostenible así que era algo previsible". La gestora tiene Telefónica en cartera y no va a modificar su posición. Prevé que mañana la acción registre una pequeña caída.