Standish, de BNY Mellon AM: oportunidades en bonos emergentes

Entre las revoluciones sucedidas en Oriente Medio y las preocupaciones inflacionistas, Alexander Kozhemiakin, director de deuda de mercados emergentes en Standish Mellon AM, sigue positivo con respecto a las perspectivas para la deuda soberana denominada en divisa local como clase de activo. Cree que en este sentido es clave monitorizar los riesgos geopolíticos y situar los riesgos de subidas de precio en contexto, según explica en su informe “EM Bond Opportunities Withstand Political and Inflation Uncertanty” (Las oportunidades en deuda de mercados emergentes resistentes a la incertidumbre política e inflacionista).

 

 

“Creemos que veremos retornos positivos de este activo en 2011”, afirma, apuntando los movimientos de divisas emergentes y de los bonos locales por sí mismos como principales catalizadores de la rentabilidad. Para el experto, los riesgos recientes vistos en términos geopolíticos son un recordatorio de lo importante que es monitorizarlos, pues tienen una influencia clave en este tipo de bonos y en sus divisas. Con todo, señala que la incertidumbre en un áreas, como Oriente Medio, no excluye oportunidades en otros mercados. De ahí la importancia de la selección del país.

En cuanto a la inflación, cree que hay que ir más allá de los titulares sensacionalistas. “Pese a la amplia cobertura mediática de los riesgos inflacionistas, muchos países emergentes aún cuentan con una inflación subyacente por debajo de los niveles de 2007”, advierte. Además, argumenta que una subida en la inflación en estos países será probablemente cíclica, antes que estructural. “Una inflación creciente no anuncia automáticamente una vuelta a la hiperinflación”, comenta.

Con respecto a las divisas, su equipo espera que las emergentes se beneficien de una apreciación frente al dólar estadounidense a lo largo del año, teniendo en cuenta la positiva visión que tiene sobre el ritmo de recuperación económica global.

En este contexto, cree que sigue habiendo oportunidades y que “la deuda soberana emergente puede ser un gran diversificador de las carteras”. Con respecto a las crecientes salidas de flujos, afirma que las subidas de tipos no tienen por qué ser intrínsecamente negativas, utilizando el último ejemplo de Indonesia, donde había una percepción de que las autoridades monetarias habían sido demasiado lentas en su reacción a las expectativas inflacionistas. “De hecho, una sorpresiva subida de tipos a principios de febrero tuvo un efecto positivo en los bonos locales, dando el mensaje de la seriedad del Banco Central en su lucha contra la inflación”.

Kozhemiakin y su equipo con cautos con los mercados frontera, por su falta de liquidez. “Eligiendo los mercados más líquidos, tenemos mayor confianza en que podremos salir cuando queramos, un factor que puede ser clave en tiempos de incertidumbre”, apostilla.