Soluciones en renta fija: cómo conseguir un 4,5% sin riesgo de duración

James
Foto cedida

¿Se imagina un fondo de renta fija cuya duración sea 0 y prometa una rentabilidad superior al 4%? Esta descripción se ajusta a la última propuesta de M&G Investments para los inversores de deuda: el M&G Global Floating Rate High Yield, que acerca por primera vez al público minorista el mercado de bonos de alto rendimiento a tipo variable global (FRN por sus siglas en inglés). Desde la firma consideran que “este fondo es muy interesante para la siguiente fase del ciclo”. 

El producto está bajo la batuta de James Tomlins, que también se encarga de la gestión de dos fondos de high yield de la firma (el M&G European High Yield Bond Fund y el M&G Global High Yield Bond Fund), y tiene como objetivo generar una rentabilidad de Libor más 450 puntos básicos. De hecho, el gestor afirma que dadas las dinámicas actuales de ambos mercados, es más atractivo invertir en high yield global o en FRN que en high yield europeo. 

Tomlins explica que la ausencia de duración es “una característica estructural de esta clase de activo”, y que el fondo se caracteriza por pagar un cupón periódicamente. Así, la fuente de alfa de los FRN son los diferenciales: “Si se estabiliza el crecimiento, el mercado de renta fija tendrá que reajustar sus precios. La buena noticia es que no se producirán pérdidas de capital porque no presentan riesgo de tipos”, aclara el experto. En la cartera actual del fondo ha optado por sobreponderar emisiones de Estados Unidos con un sesgo defensivo e infraponderar emisiones de bancos. Este fondo comparte algunas ideas con la estrategia de inversión de los fondos high yield, ya que ambas cuentan con exposición en Estados Unidos a telecos y compañías de televisión por cable y, en Europa repiten estas dos ideas junto con emisiones de compañías del segmento de consumo básico y de empaquetado. 

¿Cómo se gestiona la liquidez?

Tomlins también sortea la cuestión de la liquidez de este mercado, que hasta ahora sólo había sido movido por manos institucionales. Su argumento es que la liquidez tiene dos caras: “Su escasez es mala si quieres participar en más transacciones, pero también representa una oportunidad cuando el mercado no es eficiente o es lento asimilando información”. Se refiere a que el gestor tiene la habilidad para mantener la calma en momentos de alta volatilidad y ventas irracionales, aprovechando para comprar más barato, y luego espera pacientemente a que se revalorice el activo en momentos de subidas.

Es por esto que el experto concluye que “si puedes generar liquidez en el mercado recibes una recompensa por ello”. Eso es exactamente lo que está haciendo con el M&G Global Floating Rate High Yield: Tomlins explica que el primer día que se abrió el fondo ya disponía de 100 millones de euros, los invirtió al día siguiente y no impactó al mercado. “Los tipos flotantes son tan líquidos como el high yield, y son negociados por los mismos bancos de inversión”, defiende. 

El experto considera que, por estas características, esta clase de activo “se ve menos afectada por los flujos de fondos, ya que no se producen transacciones hacia ETF u otros productos, lo que le aporta estabilidad”. A esto hay que añadir que el gestor no invierte únicamente en FRN, sino que también le está permitido comprar swaps sobre tipos de interés y CDX.