Siete consejos para que la relación asesor financiero-cliente sea fructífera en verano

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P!XELTREE, flickr, creative commons

Llega el verano y con él las vacaciones para los inversores, pero también la volatilidad en el mercado y, por tanto, en sus carteras. El periodo estival es una época de escasa actividad y menos operaciones, lo que redunda en movimientos más bruscos y una mayor volatilidad. Por eso, Wolfgang Kania, responsable de Fondos de Inversión y Planes de Pensiones de Deutsche Bank España, cuenta sus siete secretos para proteger la cartera de inversión de los clientes y así lograr que la relación entre el asesor financiero y sus clientes sea fructífera en verano.

1. Realizar un balance de la primera mitad del año. Aunque el gestor personal (banquero privado, agente o asesor financiero) haya informado periódicamente al cliente de la evolución de su cartera, es conveniente que éste haga una foto fija de su cartera a cierre de junio. Si el cliente ya ha alcanzado o superado el nivel de beneficios que buscaba, debería valorar si es momento de recoger beneficios. Dependiendo de las conclusiones obtenidas, la estrategia a seguir en el segundo semestre adoptará una forma u otra.

2. Identificar riesgos. Hay que hacer un análisis de la situación macroeconómica o geopolítica de las zonas geográficas a las que el cliente tenga exposición o que puedan influir en los mercados con el fin de detectar riesgos potenciales. Entre las fechas a vigilar, pueden encontrarse desde reuniones de instituciones de política monetaria a cumbres políticas.

3. Estar atento a los vencimientos. Si algún activo en cartera llega a vencimiento durante las vacaciones, cliente y gestor personal deben discutir cuál es la mejor estrategia a implementar, sobre todo para que el segundo sepa cómo proceder en ausencia del primero, algo de especial relevancia cuando se trata de contratos de gestión discrecional.

4. Cubrir la cartera. Primero se analizan los riesgos potenciales y, después, se intentan neutralizar. Una buena forma de hacerlo es reducir el peso en cartera de las posiciones con más riesgo.

5. La fiscalidad importa. A la hora de rotar la cartera, es importante tener en cuenta la diferente tributación que existe entre unos productos de inversión y otros. Como recuerda Kania, los traspasos entre fondos de inversión están exentos de tributación en España.

6. Prever próximos gastos. Si el cliente ha de realizar un pago a corto plazo, deshacer alguna posición en cartera puede ser una buena opción para obtener la liquidez necesaria.

7. Fijar una cita en septiembre. Una vez terminado el verano, cliente y gestor personal deberían reunirse para evaluar el comportamiento que han tenido las inversiones del cliente durante este periodo y, sobre todo, para planificar la estrategia que le permitirá conseguir sus objetivos de rentabilidad antes de que acabe el año.