Selección de fondos: el error de centrarse solo en los productos del primer cuartil

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Una de las advertencias más habituales en cualquier documento sobre fondos de inversión es que las rentabilidades pasadas no garantizan o no son indicativas de rentabilidades futuras. Sin embargo, todas las casas incluyen información sobre la rentabilidad histórica del fondo, sobre todo cuando el equipo gestor ha conseguido colocarlo en los primeros cuartiles de rentabilidad a uno, tres o cinco años. Pero, ¿hasta qué punto es relevante esta información? ¿Los inversores deberían centrar sus decisiones de inversión en los productos de primer cuartil?

Según un reciente informe de S&P Dow Jones Indices, no parece que alcanzar el primer cuartil de rentabilidad sea garantía de mucho, al menos entre los fondos estadounidenses de renta variable que siguen una estrategia de gestión activa. “De los 678 fondos que se situaban en el primer cuartil en septiembre de 2013, solo un 4,28% mantenía esa posición en septiembre de 2015”, señalan los autores del informe. Si el periodo de análisis se amplía hasta los cinco años “ninguno de los fondos que invierten en empresas de gran o mediana capitalización logró mantenerse en el primer cuartil”, lo que no dice mucho a favor de la consistencia a largo plazo de las rentabilidades de los fondos estadounidenses de renta variable.

El informe también destaca que resulta más probable que, con el tiempo, los fondos más rentables pasen a ser los menos rentables que al revés: “De los 433 productos que se situaban en el cuartil inferior, el 18,01% avanzaron hasta el primer cuartil en un horizonte a cinco años mientras que, de los 434 que se situaban en el primer cuartil, un 26,73% cayeron hasta el cuartil inferior en el mismo periodo”.

Además, los datos demuestran que situarse en el cuarto cuartil de rentabilidad incrementa las posibilidades de que el fondo acabe siendo liquidado o fusionado con otro producto: en un periodo de cinco años, desaparecieron el 36,13% de los fondos de gran capitalización, el 29,51% de los de capitalización mediana y el 32,32% de los de pequeña capitalización con las rentabilidades más bajas.

¿Y en renta fija?

Si bien la consistencia de las rentabilidades entre los fondos de renta variable ha sido ampliamente estudiada, no ocurre lo mismo en renta fija. Por ese motivo, los expertos de S&P Dow Jones Indices abrieron en marzo de 2015 una línea de investigación en este sentido.

Comparados con los fondos estadounidenses de renta variable, los fondos de renta fija con rentabilidades de primer cuartil muestran una mayor consistencia en el periodo de tres años hasta septiembre de 2015. La deuda gubernamental a medio plazo fue la única categoría de fondos en la que las rentabilidades no mostraron consistencia”.

No obstante, la cosa cambia si el horizonte es a cinco años ya que, en ese periodo, “casi todas las categorías de renta fija mostraron falta de consistencia entre los fondos que conforman el primer cuartil de rentabilidad. Las estrategias que invierten en bonos con grado de inversión a corto plazo y las que lo hacen en la deuda municipal de California fueron los únicos dos grupos en los que se observa un notable nivel de consistencia en las rentabilidades”.

Puede consultar la metodología y las tablas de rentabilidad aquí.