Salvados por la campana

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Joel Filipe (Unsplash)

Tenemos el ojo y la psique demasiado acostumbrados a los “skinny pants”. A los pitillo que acentúan la cadera y se funden con el tobillo, empuñando la parte inferior de nuestra silueta con fuerza. Esos que a veces nos dejan sin respiración y privan a piel y tela de cualquier margen de maniobra. Los hemos visto en outfits de lo más dispares: desde los de cuero con stilettos vertiginosos,  a los puramente denim con amplias botas cowboy …

 

Sin embargo, a pesar de su protagonismo en revistas y armarios, los “skinny pants” no siempre son aconsejables para todas las alturas y figuras. Discordancias , eso sí, que se han visto aliviadas por la reciente irrupción de camisas y tops oversize.

 

Si estás un poco saturada de la estrechez de piernas, este año las campanas pueden salvarte. Es verdad que su revival se ha convertido en una especie de ley del eterno retorno (tímida, eso sí) Tal vez la culpa de que su irrupción sea tan sutil, la tengan las leyendas urbanas del tipo “la pata de elefante no estiliza” Sin embargo, haciendo uso de la lógica, las cinturas altas y los bajos sueltos no pueden sino aliviar las curvas y prolongar las piernas (ejercicio de estilismo ya captado por algunas musas de la segunda mitad del S XX como Jerry Hall y Marisa Bereson)

 

La temporada pasada, Karl Lagerfeld se adelantó a la retrotrend campanuda presentando en su colección Chanel Resort 2011 pantalones anchos de apariencia flare y color marrón setentero.

 

Si lo que persigues es un fondo de armario “ready2go” apto reuniones y batallas diarias, los trajes de chaqueta con pantalones de campana, pueden convertirse en el uniforme ágil y elegante que siempre has buscado. Su versión nocturna, además, suele dar un resultado igualmente chic. Los flare pant de Chloé pueden ser la mejor opción del afterwork en adelante.

 

Si no estás segura de sus bondades, será preferible que optes por plataformas en lugar de bailarinas. Una combinación estilosa con cierto aire new age, es la que resulta de los zuecos de madera y colores pastel. Y recuerda que, cuanto más ancha sea la pata, más liviano deberá ser el tejido que los acompañe.

 

La propia Miss Moss, eterna devota del skinny look y la segunda piel, ha sucumbido al regreso de la pata de elefante y los aires Bee Gee. Si tienes dudas, siempre puedes consultar su manual estético setentero …prueba recurrente de que se puede vivir deprisa y vestir con sustancia. Algunos de los complementos preferidos por esa trendsetter camaleónica llamada Kate, son los sombreros de ala generosa, los cinturones trenzados y las camisas transparentes. Del despacho más sofisticado de la City a cualquier club londinense, el elefante es un buen medio de transporte.

 

Demos la bienvenida al glam de los 70, el eterno enemigo del “menos es más”