Robert Wescott prevé una ralentización de las economías emergentes

En su conferencia de Madrid, ha empezado saliéndose del consenso general sobre el crecimiento de los Estados Unidos y ha asegurado que espera un “4% y no un 2,5%, como mucha gente afirma” para este año. Como razones ha argumentado “la paulatina mejora del consumo, el sector exportador y la mejora del mercado laboral estadounidense”.

Sobre este punto, reconoció su error en la entusiasta predicción que hizo de la creación de empleo estadounidense a principios del pasado año, cuando vaticinó entre 2 y 3 millones de nuevos puestos de trabajo para 2010 y, finalmente, el año cerró con 1,4 millones. Atribuye este dato a las consecuencias de la burbuja inmobiliaria “los estadounidenses han utilizado sus hipotecas como cajero. La gente no solo financiaba su casa sino sus coches y televisiones.” Aún así recalcó que sigue siendo positivo respecto a la creación de empleo para el presente año.

Wescott, que asesoró a la administración Clinton en temas de desarrollo de políticas con los mercados emergentes ve “una ralentización del mercado chino, brasileño e indio para este año”. Sobre el gigante asiático ha matizado que a pesar de ser la segunda potencia del mundo sigue pensando en ella “como un país emergente si la medimos desde el punto de vista de ingresos per capita. Sobretodo si tenemos en cuenta el distinto poder adquisitivo y de desarrollo dentro de China. No es lo mismo Shangai que zonas rurales. Por eso lo veo como una federación de economías dentro de un mismo país.” De igual forma advirtió sobre el creciente poder de China y su pulso con las demás economías mundiales.

Wescott también tuvo palabras para Bernake del que comentó que “su política de regulación inflacionaria no esta funcionando como debe. En noviembre del 2010 había un 1,05% y en diciembre ya estábamos en un 1,4%; esto le puede pasar factura”. Wescott apunta a una tasa de inflación del 2% para final de 2011. Como prueba de estas presiones inflacionarias puso de ejemplo un modelo en el que se encuentra trabajando junto con el equipo de Pioneer. En este se comparan los sueldos de asalariados industriales y asalariados informáticos; cuando estos últimos suben más que los primeros, como está pasando actualmente, es una señal de alarma. “Hay que vigilar las políticas monetarias con cuidado”, advirtió el ex director del FMI.

Respecto a la política de su país, Wescott rompió una lanza en favor de Obama y afirmó que está por el buen camino y que buena prueba de ello es el enfoque en la economía y el giro centrista que dio en su discurso sobre el estado de la unión. Ve un cambio de psicología en el gobierno “más orientado hacia el mundo empresarial, gracias a nombramientos como el de William Daley como Jefe de Gabinete”, ex secretario de comercio y directivo de JP Morgan.

Sobre el futuro inmediato, vaticinó dos escollos con los que Obama tendrá que luchar y manejar con cautela; la reforma de la seguridad social y el control de un tercio de la cámara de los representantes por parte del Tea Party. Sobre la primera predijo que “los controles de costes en esta reforma van a ser esenciales” y sobre la segunda, expuso su preocupación debido a que “el Tea Party va a presionar mucho a Obama para que recorte el gasto público y no pueda incrementar el techo de deuda que tiene el gobierno, que por ley es de 14,3 billones de dólares y ahora mismo ya suman 14,03 billones de dólares”. Por ello, advirtió del peligro de un desacuerdo entre los dos partidos mayoritarios y la posibilidad de que todo desemboque en una crisis, “los europeos únicamente ven un 1% de posibilidades de que acabe en crisis, yo diría que tiene una probabilidad del 20%” indicó Wescott. También mencionó la posibilidad que Estados Unidos pierda su calidad crediticia de triple A y de las graves consecuencias que esto traería.