Robeco: El programa OMT del BCE consigue más tiempo para la Eurozona

En su opinión, la propuesta del banco central de compra ilimitada de títulos de los países periféricos debería relegar a un segundo plano la crisis de la Eurozona durante los próximos seis meses, aun en el caso de que Grecia tuviera que salir de la moneda única.

“Se ha impedido una grave crisis de liquidez”, explica. “La liquidez ha dejado de ser un problema. Pero la solvencia de España y de Italia sigue siendo una amenaza. Es un impulso a corto plazo, pero insuficiente para que España recupere una senda sostenible”.

Draghi ha cumplido
En suma, el presidente del BCE, Mario Draghi, ha cumplido. Había mucho en juego. La postura “lo que sea necesario” de Draghi ha apuntalado su credibilidad.

Anticipándose a la reunión del BCE, Cornelissen manifestó que tímidas medidas, como imponer restricciones al alcance de la intervención, “resultarían desastrosas para la credibilidad [del BCE]. Debería demostrar que está dispuesto a poner mucho dinero en riesgo", afirmó.

Draghi ha puesto mucho dinero en juego. El programa OMT es ilimitado. Por ello, Draghi cree que es “razonable alcanzar nuestros objetivos”. Ha manifestado que espera que el programa OMT se considere “una barrera de protección eficaz que elimina de la Eurozona el riesgo de suceso extremo”.

Orientado a títulos a corto plazo
Otra característica clave del plan es que el BCE se centra en títulos de uno a tres años de vencimiento. Al limitar de esta manera la compra al extremo final de la curva, Draghi ha descrito su estrategia como una política monetaria de enfoque clásico que guarda conformidad con las atribuciones de política monetaria del BCE. De hecho, el programa OMT ha sido descrito en términos de “una diversidad de características técnicas” en los mercados secundarios de bonos, destinada a “salvaguardar una transmisión adecuada de política monetaria”.

Esto fue importante para que Draghi pudiera minimizar la oposición del Bundesbank. El truco para el presidente del BCE fue equilibrar una buena defensa del euro con la necesidad de mantenerse dentro del mandato del BCE. Y parece haberlo conseguido.

Pero no todo es cuestión de tamaño: se aplicarán también estrictas y eficaces condiciones, lo que significa que los países deberán solicitar formalmente ayuda a la Eurozona para que se inicie la compra de bonos, que a cambio deberán seguir estrictos programas de reforma económica y que el BCE dejará de comprarles títulos si no cumplen con los términos del rescate.

Ello tiene consecuencias para España, que ha ido rezagando la petición de ayuda formal. “Las condiciones sitúan ahora la pelota en el tejado español”, afirma Cornelissen. “Ahora, el primer paso es que España solicite formalmente ayuda a la Eurozona”.

Otras condiciones del programa OMT son que el BCE reciba el mismo trato que cualquier otro comprador de bonos (en lugar de ser el principal acreedor), mientras que la liquidez quedará plenamente asegurada. Esto significa que el BCE no creará más dinero con el que pagar sus compras de bonos. En su lugar, retirará la cantidad equivalente de dinero de otras partes del sistema. La idea es garantizar que no exista un incremento inflacionario en la masa monetaria.

Sin sorpresas
Cornelissen señala que las propuestas del BCE no incluyen sorpresas. En parte, reflejan el éxito de Draghi para seguir sus planes en las últimas semanas a través de una serie de filtraciones, discursos –en particular el de Jörg Asmussen, miembro alemán del Comité Ejecutivo del BCE– y comentarios al Parlamento Europeo.

“Decisión casi unánime del Consejo de Gobierno”
Aun así, se añadió algún toque sazonador a los procedimientos, al reconocer Draghi que la nueva política no había sido votada unánimemente: admitió que en la reunión hubo una opinión discordante. Aunque Draghi no acusó a nadie, no es difícil imaginar que fuera Jens Weidmann, del Bundesbank.

“Weidmann ha sido evitado, invalidado”, observa Cornelissen, que sugirió antes de la reunión que el presidente del Bundesbank había quedado “sobrepasado” por Draghi. El respaldo político para la nueva estructura quedó recalcado por los comentarios positivos de la cancillera alemana Ángela Merkel, poco después del anuncio.

Problemas superados hasta el medio plazo
Pero aunque la temperatura en la crisis de la Eurozona ha descendido, el problema no ha terminado. Las preguntas pasan ahora a mayor plazo, afirma Cornelissen. “¿Cumplirán los países? La voluntad política de Italia y España por cumplir sus compromisos será determinante. ¿El BCE apretará el gatillo sobre cualquier país que no cumpla?”. Una tercera cuestión pendiente es la capacidad insuficiente del MEDE/FEEF, los fondos de rescate de la Eurozona.