Richard Thaler y la teoría del empujón

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Buenas noticias para todos los que nos dedicamos a la investigación en el campo del Behavioral Finance o finanzas conductuales. Este lunes, 9 de octubre, el estadounidense, Richard H. Thaler, ha sido premiado con el Nobel de Economía 2017, por "su contribución a la economía conductual".

Thaler nació en Nueva Jersey, Estados Unidos, en 1945 y es actualmente profesor de Ciencias Conductuales y Economía en la Universidad de Chicago y director del Center for Decision Research en la Chicago Booth School of Business. Richard Thaler ha dedicado casi toda su carrera académica a incorporar las consideraciones psicológicas en la toma de decisiones económicas. Seguidor de Amos Tversky y Daniel Kahneman, padres fundadores del Behavioral Finance con el desarrollo de la teoría Prospect Theory y premio Nobel en 2002, ha profundizado en los enfoques de toma de decisiones, explorando las consecuencias de la racionalidad limitada, preferencias sociales y falta de auto control. La Real Academia de las Ciencias de Suecia ha descrito a Thaler como pionero en el campo de Behavioral Economics, y así es.

Uno de sus primeros artículos, Does the Stock Market Overreact?, publicado junto a Werner de Bondt en el Journal of Finance en 1985 ha sido citado casi 8.000 veces y constituye una referencia clásica en finanzas. En este artículo describen con rigurosidad como en los mercados financieros los inversores “sobre-reaccionan” a noticias inesperadas y a noticias dramáticas, abriendo la puerta a la publicación en la revista académica financiera de mayor prestigio de estudios sobre el comportamiento de los inversores que no se ajustan al inversor racional. También publicó, entre otros muchos, un artículo junto a Daniel Kahneman y Jack Knetsch sobre otras anomalías (o sesgos) encontrados en el comportamiento inversor Anomalies: The Endowment Effect, Loss Aversion, and Status Quo Bias, en 1991, que ha sido citado más de 4.000 veces. También editó en 1993 una recopilación de artículos relacionados con Behavioral Finance bajo el título Advances in Behavioral Finance, para ilustrar el poder de este enfoque, entonces mucho más novedoso que ahora, y contribuir a dar visibilidad a los trabajos que diversos académicos hacían en este campo.

Su labor científica ha sido inmensa, y no procede comentarla entera, por lo que me centrare en el hito de mayor repercusión social, señalado además por la academia sueca: Nudge Theory. Desde finales de los años 90 Richard Thaler ha dedicado gran parte de su investigación a estudiar formas de trasladar a los inversores, a los consumidores, a los ciudadanos los hallazgos realizados en el campo de Behavioral Economics. De esta forma ha desarrollado lo que se ha denominado como “teoría del empujón”, traducción estricta del término inglés Nudge, que significa literalmente codazo o empujón, pero también significa figurativamente “alentar a”, “animar a”, “impulsar a”, que son términos mucho más en línea con el pensamiento de Richard Thaler.

De acuerdo con esta teoría no existe lo que podríamos llamar un diseño neutral de las decisiones. Los pequeños e insignificantes detalles tienen un impacto importante en el comportamiento de la gente. Podríamos decir que todo importa, de forma que el modo en que se presentan las oportunidades influye, así Richard Thaler aboga por un “paternalismo libertario”, término acuñado por él y sus coautores, y que implica guiar a las personas en sus decisiones, dándoles siempre la posibilidad de no seguir la opción que se les plantea por defecto. Es decir, se respeta la libertad del decisor, el individuo es libre para elegir lo que quiere. Para Richard Thaler es clave que se mantenga esta libertad de elección. La parte paternalista implica diseñar la toma de decisiones de tal forma que trate de influenciar el comportamiento de las personas para hacer sus vidas más largas, más saludables y más felices.

¿Por qué cree que es necesario este componente paternalista en el diseño de políticas, de alternativas, de opciones? Porque su trayectoria de investigación en la economía conductual le ha enseñado que los hombres yerran con frecuencia en sus decisiones. No son capaces de procesar toda la información como si fueran perfectos, tienen una racionalidad limitada, se guían por heurísticos y atajos mentales, y muestran inercia y visión de corto plazo en muchas ocasiones. Por eso propone que cuando determinadas decisiones se presenten a los individuos se estructuren de tal forma que incluyan una opción por defecto, opción por defecto que será el “nudge” y a la que el individuo puede decir que no.

Su teoría ha sido aplicada en muchos campos, sobre todo en el diseño de políticas públicas. En el campo de las finanzas son conocidas sus aplicaciones al diseño de planes de pensiones que fomenten el incremento del ahorro a largo plazo, ya que es de todos sabido que el ahorro dedicado a pensiones es claramente insuficiente en relación a lo que serán las necesidades futuras de una población envejecida. Su pensamiento y sus mayores contribuciones han quedado recogidos en un libro para el gran público Nudge: improving deciciones about Health, Wealth and Happiness que se publicó por primera vez en 2008  y fue elaborado junto a Cass Sunstein, y que constituye un auténtico best-seller. Se trata de una obra muy  interesante a la par que entretenida y amena, salpicada con mil anécdotas que harán disfrutar al lector y le sugerirán formas alternativas de enfocar la vida y las decisiones financieras.

Con este premio Nobel en Economía aumenta el reconocimiento al campo del Behavioral Finance, que se consolida como una alternativa rigurosa a las finanzas clásicas; ahora el siguiente reto es trasladar a los inversores en nuestros mercados, a los estudiantes en nuestras aulas, a la sociedad en su conjunto todo lo que el Behavioral Economics tiene que aportar.