Retrato de Sycomore AM, una de las últimas gestoras en aventurarse en el mercado español

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Foto cedida

“Es difícil empezar una compañía tanto cuando se está en crisis como cuando la economía va bien, depende de la voluntad de los fundadores de proporcionar valor. La parte más difícil es al principio, porque no se tienen clientes ni activos, pero empezar con una crisis fue bueno para nosotros, porque luego cuando llegó 2008 fue tan sólo otra crisis, no el final del mundo. De hecho, lanzamos un fondo en la primavera de 2008 porque pensamos que sería buena idea aprovecharse de los malos tiempos, como hace Warren Buffett”. Quien habla es Laurent Deltour, cofundador de la gestora francesa Sycomore AM junto con Cyril Charlot, Christine Kolb y Emeric Préaubert.

Sycomore nació en 2001 con un claro estilo value de la mano de estos cuatro profesionales, que han trabajando juntos 25 años, y hoy su patrimonio asciende a 2.700 millones de euros, invertidos en su mayoría en renta variable europea. De ellos, sólo un 15% está fuera de Francia, y por ello es comprensible que la compañía se haya embarcado en una expansión internacional por Europa que ahora les ha traído a España. 

Efectivamente, Sycomore ha sido una de las gestoras francesas que han decidido lanzarse a la conquista del mercado español: “Para nosotros es un movimiento natural, porque España es vecina de Francia y la estructura de su mercado es muy similar, lo que nos permite entenderlo. Sabemos que hay una competición fuerte, pero tenemos algo que ofrecer al mercado”, declara Deltour. La firma ha optado por traer como carta de presentación los fondos Sycomore European Growth, Sycomore L/S Opportunities, Sycomore Partners Fund y Sycomore Section Responsable Fund, caracterizados en todos los casos por inversiones en compañías que el equipo conoce muy a fondo, que quieren mantener mucho tiempo en cartera y con unos niveles de volatilidad que suele ser un tercio a la del mercado. 

Los principales clientes de esta boutique son inversores institucionales. Deltour llama la atención sobre el proceso de concentración que se está viviendo entre los grandes clientes, al fusionarse o adquirir otras firmas. También habla de la competición con los productos de gestión pasiva por conquistar a esta clase de inversores: “Necesitas demostrar que estás produciendo alfa. Incluso los clientes con visión de más largo plazo tienen un comité de inversión que se reúne cada tres meses y analizan tu rentabilidad”.

En la conversación también se aborda la cascada de regulación que se ha visto en los últimos años, aunque el experto afronta este desafío desde un enfoque distinto del de la mayoría: “La regulación es un hecho, hay que trabajar con ello y está aumentando en todas partes. La parte difícil es que, con los cambios regulatorios, las barreras de entrada para los nuevos competidores cada vez son más elevadas y esto no es bueno, porque en la industria se necesita gente nueva que aporte nuevas ideas”. 

La veteranía es una fuente de alfa

Deltour y su equipo son grandes defensores de la filosofía value y de la necesidad de ser activos y concentrados (por ejemplo, en la cartera del Sycomore Partners Fund sólo hay 20 nombres). Explica que, de hecho, se realizó un estudio interno en la firma teniendo en cuenta la evolución de sus fondos en los últimos 13 años, y se descubrió que si hubieran invertido solo en las diez principales posiciones de cada cartera habrían generado retornos entre un 20% y un 30% superiores. 

Para conseguir esta impresionante generación de alfa una pieza esencial de la compañía es llegar a conocer a fondo los valores en los que invierten, y en este punto Deltour defiende que la veteranía es un grado: “En esta industria, es importante haber atravesado distintos momentos de mercado y crisis, conocer a las compañías, presenciar los cambios en los equipos directivos y saber lo que sucede dentro de la compañía. La experiencia es una fuente de alfa”. De hecho, confiesa que el equipo (entre Sycomore y compañías anteriores) ha invertido durante 20 años en valores como L’Oreal o Essilor. 

El representante de Sycomore explica que el método de trabajo de la firma está basado en el contacto directo y el intercambio de ideas. El equipo está compuesto por 13 gestores que son al mismo tiempo analistas, y se fomenta el diálogo entre ellos para obtener nuevos puntos de vista. Cuando se va a visitar una compañía, siempre van dos o tres profesionales de cada vez para poder obtener distintas interpretaciones. No obstante, cuando se toma una decisión de compra es única: “Tenemos sobre cada compañía una única visión, con un único precio objetivo que se toma por consenso”, indica el experto. “Si nos convence el modelo de negocio, podemos empezar a comprar después de una sola reunión. Empezamos con una posición pequeña y luego la vamos incrementando a medida que conocemos más la compañía”, añade. Las dinámicas de equipo son muy importantes para sustentar el modelo de negocio de Sycomore. Deltour admite que, para él, supone un desafío importante “mantener a los empleados buenos en la casa, motivarlos, darles nuevos proyectos”. 

Los lazos con Bestinver

Sycomore se hizo popular en el mercado español por su asociación con Bestinver, de la que Deltour subraya que durante mucho tiempo tuvieron plena sintonía por compartir una filosofía muy similar: “Elegimos a Bestinver en 2003 porque hacíamos lo mismo y entendíamos lo que hacía el otro”, indica. Sobre la marcha de Francisco García Paramés, se remite a los comentarios sobre la necesidad de motivar al trabajador: “Un objetivo clave es atraer a la gente que es buena y que se quede. Es difícil, porque una vez que tienes un gestor expuesto al mercado y a la prensa otra gente también lo quiere contratar. Una manera de mantenerlos es hacerles accionistas de la compañía y darles proyectos emocionantes, hacerles sentir que forman parte del equipo”. 

Está de más recordar que a pesar del alineamiento de intereses, Sycomore ofrece productos distintos a lo de Bestinver. “Lo que sí es positivo es que la gente mire a Sycomore como se miraba a Bestinver”, concluye el cofundador de la firma francesa.