Resumen didáctico para entender lo que va a hacer la Fed…

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iphonedigital, Flickr, Creative Commons

La actuación de la Reserva Federal de Estados Unidos es uno de los factores que más intranquiliza a los inversores. ¿Será capaz la autoridad monetaria americana de llevar a buen puerto su política de retirada de estímulos sin provocar tensiones en los mercados financieros? Esa es la gran pregunta que, por ahora, no tiene respuesta. Lo que sí se conoce es lo que previsiblemente hará la Fed. Zane Brown, socio y estratega de renta fija de Lord Abbett, ha elaborado un resumen didáctico que permitirá al inversor entender con exactitud cuáles son los planes de Janet Yellen, un estudio en el que, además, identifica cuáles son los riesgos principales a los que se enfrenta el banco central en este proceso.

En primer lugar, el experto recuerda que el plan del FOMC de normalizar sus 4,4 billones de balance anunciado el 14 de junio no tiene fecha ni un objetivo concreto de tamaño de la cartera, pero sí detallaba el tamaño y los incrementos planificados en las reducciones mensuales de la cartera que los inversores pueden esperar. La reinversión del principal inicialmente se reducirá en 10.000 millones por mes en los primeros tres, incrementando a partir de ahí 10.000 millones por mes en cada uno de los siguientes cuatro trimestres, hasta que las reinversiones se hayan recortado en 50.000 millones por mes.

La primera reducción se conseguirá reduciendo 6.000 millones en compras de títulos del Tesoro y 4.000 millones en compras de MBS. Tras los primeros 12 meses de programa, la Fed habrá reducido sus compras en un acumulado de 300.000 millones -180.000 millones de dólares en títulos del Tesoro y 120.000 millones en MBS-. El segundo año y siguientes, estaríamos hablando de reducciones de compras de 600.000 millones por año en títulos del Tesoro y 240.000 millones en MBS. “Aunque las reducciones iniciales puedan parecer relativamente pequeñas, la ampliación durante 12 meses hasta 50.000 millones al mes rápidamente, resulta más significativa, especialmente los 30.000 millones que se reducen en compras de bonos del Tesoro”, explica Brown.

Ésta última cifra se compara con las últimas subastas de bonos del Tesoro a 10 años y que han sido de media 21.000 millones por mes. Las subastas a 7 y 5 años han sido de media 28.000 millones y 34.000 millones, respectivamente. Aunque la las compras de la Fed son en el merado secundario y no acuden a las subastas, si la autoridad monetaria mantuviera una cartera de bonos del Tesoro con alrededor de un 40% en títulos con vencimiento superior a 5 años, la ausencia de poder comprador de la Fed tendría algún impacto sobre la rentabilidad  entre los 5 a 10 años. Esos títulos tendrán que comprarlos otros inversores, muy probablemente con una rentabilidad superior. Dicho impacto podría disminuir por el sesgo de la oferta del Tesoro hacia vencimientos más cortos, pero no es una estrategia que hayan sugerido ni el Tesoro ni la Fed. Una reducción de las compras de deuda del Tesoro por parte de la Fed ocasionaría cierta inclinación de la curva de rentabilidad”, augura el estratega de renta fija de Lord Abbett.

Quizás tenga un mayor impacto en el mercado MBS. La inmediata reducción de 4.000 millones al mes en las compras de la Fed puede ser fácilmente absorbida pero los 20.000 millones de reducción mensual al cabo del año podrían tener mayores consecuencias. La emisión total de MBS de agencia fue de 134.000 millones al mes en 2016, de acuerdo con la Asociación de la Industria de Valores y Mercados Financieros.

“El hueco de 20.000 millones que dejará la Fed al mes equivale a un 15% de las nuevas emisiones hechas recientemente y podría producir un aumento de diferenciales entre los MBS de agencia y los títulos del Tesoro de vencimiento similar. Y un incremento en la rentabilidad de MBS traería probablemente tipos hipotecarios más altos, impactando al mercado inmobiliario en EE.UU. Así que, aunque la pauta inicial de adelgazamiento del balance de la Fed parezca muy manejable, la perspectiva de incrementos persistentes en esa pauta generarían preocupación al inversor”, señala el experto.

En su opinión, eso podría venir mitigado por otros factores que afectan a la rentabilidad de los títulos del Tesoro o MBS, o podría ocurrir una especie de "tightening tantrum", que conlleve precios más bajos para los bonos y mayores rentabilidades. “Sea cual sea la reacción del inversor, la normalización del balance de la Fed va a hacer algo más de ruido que lo sugerido por la Fed y va a ser una experiencia muy diferente a ver secar la pintura, comparación ofrecida por Yellen”.

¿Qué más puede afectar?

Otros acontecimientos de tipo económico, político y de mercados, como el debate en el Congreso de los EE.UU sobre el techo de la deuda federal y los planes del BCE de reducir su propio QE, también podría contribuir a la volatilidad del mercado. Y una subida de inflación para entonces, también podría alzar la probabilidad de una subida de tipos en diciembre. Incluso las valoraciones de la bolsa estadounidense también podrían jugar un papel, a juicio de Brown.

“Si los inversores creen que éstas han sido alimentadas por años de QE, mientras que las rentabilidades de la deuda se han ido a niveles anormalmente bajos, podría ser difícil persuadir a los inversores de que la política opuesta no vaya a tener un impacto significativo en el mercado. Dado el tamaño de las reducciones eventuales de balance y el potencialmente volátil entorno al que nos enfrentaremos, no es raro esperar -según Lord Abbett-, que el proceso no siga tranquilamente su curso de fondo".