Resultado medioambiental y financiero en un mercado de tres billones

Cuando seleccionamos compañías para nuestro universo de inversión tratamos de asegurarnos que se minimiza el impacto de las empresas y sus productos y servicios respecto a asuntos medioambientales globalmente. Así que el proceso de selección tiene en cuenta la minimización del impacto medioambiental en el planeta, en términos de cambio climático, pero también respecto a la escasez del agua o control de la polución. Realmente tratamos de que estas compañías tengan el impacto menor posible en el medio ambiente.

Cuando generamos este universo también nos fijamos en el mercado subyacente. Actualmente este mercado es de dos billones de dólares y puede crecer hasta los tres billones en los próximos 5 a diez años, creciendo aproximadamente al 6-8% anualmente, por encima del PIB mundial (2,4% en el caso del índice mundial MSCI).  En este mercado las compañías en las que tratamos de invertir tienen altas tasas de crecimiento en ventas, por encima del mercado general. Así que mediante el proceso de inversión identificamos aquellas compañías que pueden crecer más rápido y seleccionamos las que pueden comportarse mejor que los índices estándar, lo que ya se ha puesto de manifiesto en el resultado histórico.

Tenemos un objetivo doble. Queremos y podemos obtener resultado medioambiental y también financiero.  Se trata de compañías más amigables con el medioambiente que la media, que además crecen más rápido, lo que debe permitirnos construir una cartera que se comporte mejor que el índice estándar. En otras palabras se trata de una solución “ganar/ganar”, con creación de resultado financiero al tiempo que implica asignar e invertir en activos para la solución de asuntos medioambientales.  El perfil de riesgo/rentabilidad de esta estrategia es muy atractivo respecto al índice MSCI global, respecto al cual podemos obtener un resultado significativamente superior, con una volatilidad marginalmente mayor.