¿Qué efecto pueden tener las políticas de austeridad sobre el crecimiento de México?

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Presidencia de la República Mexicana, Flickr, Creative Commons

Como parte de las reformas estructurales anunciadas, el Gobierno que preside Enrique Peña Nieto planea comenzar en los próximos trimestres un importante ajuste fiscal con el objetivo de reducir el gasto público en un 9% interanual para el segundo trimestre de 2015 y en más de un 2% del PIB mexicano para finales de 2016. 

El plan se ejecutará en un entorno que no es de los más deseables para el país, debido a la caída en la producción del petróleo desde mediados de 2014 (-8,7% en el primer trimestre de 2015) y, especialmente, por la caída del precio del oro negro, que trae de la mano una caída de los ingresos fiscales. “Es un shock importante para las finanzas públicas de México, porque hasta 2012 los ingresos del petróleo equivalían a un 38% de los ingresos totales”, indican los economistas y estrategas de Bank of America Merrill Lynch (BofAML) en un informe reciente. 

Los expertos matizan que, generalmente, el Gobierno suele realizar coberturas sobre en torno a la mitad de las exportaciones de petróleo, debido a la dependencia de estos ingresos, pero “la cobertura sólo da un respiro por un año”, por lo que los inversores deberían percibir la caída de los beneficios que reporta el crudo como “un shock permanente, en el sentido de que requiere un ajuste estructural de las finanzas públicas”, añaden. A ojos de los expertos de BofAM, esas reformas deberían incluir o un gasto público inferior, impuestos más elevados o una combinación de ambos. 

¿Cómo será el ajuste?

Recordemos que México ya realizó una reforma fiscal en enero de 2014 que se tradujo en un incremento de los impuestos y una lucha más activa contra la evasión fiscal. “El objetivo de la reforma era reducir la dependencia de los ingresos públicos de los ingresos del petróleo. Su impacto sobre el consumo, la inversión y en general sobre el crecimiento del PIB ha sido significativo. Pero la caída de la dependencia en el petróleo se ha conseguido con éxito, al incrementar México los ingresos fiscales en más del 1% de su PIB”, resumen desde BofAML. Sus economistas y estrategas calculan que, considerando un incremento en la recaudación del 11,3% interanual en términos reales durante 2014 y de casi el 30% interanual en el primer semestre de 2015, los ingresos procedentes del petróleo ahora sólo representan el 18% del total en 2015. 

Desde la firma recuerdan que, al recortar el gasto público en enero de 2014, el Ejecutivo también programó otro recorte en el gasto público equivalente al 0,7% del PIB para 2015 para seguir reduciendo esta dependencia; además, en abril se anunció otro recorte similar para 2016. “Es un importante ajuste que, junto con el aumento de los impuestos, va a discurrir por un largo camino para mantener sanas las finanzas públicas de México”, sentencian desde el banco de inversión. Según sus estimaciones, si se toma el gasto total aprobado por el Congreso para 2015 y se le resta el recorte anunciado por el Gobierno menos lo que ya se ha gastado hasta la fecha, concluyen que el ejecutivo de Peña Nieto necesita recortar un 9% interanual en el segundo semestre de 2015. 

“Puede que el Gobierno decida no recortar mucho este año porque los ingresos totales han crecido a pesar de la caída de los ingresos procedentes del petróleo. Pero algunos de los ingresos que permitirán al Gobierno tener ingresos mayores en 2015 respecto a 2014 son no recurrentes, como la transferencia de Banxico o el pago de las coberturas sobre el petróleo”, añaden desde BofAML. Teniendo en cuenta que en la firma creen que la caída del precio del crudo va a ser permanente, prevén que el PIB mexicano crezca un 2,5% este año y un 3% en 2016, pero con la presencia de riesgos a la baja, como por ejemplo que las exportaciones a EE.UU. no crezcan tanto como se espera para compensar la contracción en el gasto público, o que caiga el consumo doméstico como consecuencia del ajuste fiscal.