¿Podría acabar MiFID II con la figura del distribuidor de fondos?

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Eowyn_86, Flickr, Creative Commons

En el mundo de la gestión de activos, tal y como funciona actualmente en gran parte de Europa, los roles de las diferentes partes implicadas –gestoras, distribuidores, asesores, etc– están bien definidos. Sin embargo, los cambios que traerá MiFID II con la prohibición del pago de retrocesiones podrían tener profundas implicaciones para el statu quo, ya que “con el crecimiento de las plataformas que permiten la inversión directa en fondos por parte de los consumidores (direct-to-consumer o D2C), las firmas con el tamaño adecuado y una marca fuerte podrían acabar eliminando a los intermediarios y vender sus fondos en sus propias plataformas”, apunta Cerulli Associates.

En la última edición de su informe The Cerulli Edge-European Monthly Product Trends Edition, la firma internacional de análisis constata que, ahora mismo, son poquísimas las empresas de gestión de activos que comercializan fondos directamente en sus sitios web. Sin embargo, señala que el nuevo entorno creado en el Reino Unido por la Retail Distribution Review (RDR) o por la prohibición de retrocesiones en Holanda está llevando a un número creciente de inversores a adoptar decisiones de inversión de forma autónoma, sin recibir asesoramiento más que de forma ocasional.

“Conforme vaya desapareciendo el pago de retrocesiones, vemos más margen para que las gestoras de activos más grandes combinen la venta directa a través de sus propias plataformas con la distribución a través de otros canales D2C establecidos”, explica Barbara Wall, directora de análisis para Europa en Cerulli. Esta tendencia podría verse impulsada, además, por el crecimiento de la gestión pasiva, ya que, “con frecuencia, la comisión de gestión de los fondos que replican índices es inferior a la comisión que cobra la plataforma de distribución”.

No obstante, la firma advierte de que el cambio hacia la distribución directa no será inmediato. Como observa Brian Gorman, analista en Cerulli, “las dinámicas de la comercialización minorista de fondos están cambiando, sobre todo en el Reino Unido tras la aplicación de la RDR, pero ni siquiera las empresas con los medios para eliminar a los intermediarios lo están haciendo, al menos de momento”.

La Directiva MiFID II es una realidad que planea sobre la industria. MiFID II y MiFIR incluyen cambios en la industria de los servicios de inversión (afecta a los depósitos estructurados, regula la negociación algorítmica, establece nuevas licencias -SOC, APA, SIA-, una obligación de negociación de ciertos derivados…) y endurece los requisitos en el diseño y en la distribución de productos (procedimiento de aprobación de producto, conflictos de interés, remuneración de comerciales, asesores y gestores patrimoniales que no constituyan incentivos a una oferta de producto distinta al que se ajusta mejor a las necesidades del cliente, restricciones a venta cruzada…). Para Salvador Ruiz Bachs, socio de Allen & Overy, “MiFID II va a tener un impacto esencial en la distribución de todo tipo de productos financieros, incluidos los estructurados. La directiva es una gran vuelta de tuerca. El paso de MiFID I a MiFID II va a ser un escalón tan alto como el que supuso pre-MiFID a MiFID I”. (Leer más).