Perú, ¿país minero o bolsa minera?

Empecemos con los fundamentos. Desde hace quince años el Perú no registra un crecimiento negativo del PBI. Durante los últimos ocho años, el PBI ha crecido a un ritmo del 7,1% anual. La inflación se ha mantenido en un dígito desde hace 16 años, mostrando una tasa promedio de 2,8% anual en los últimos ocho años. En el ámbito fiscal, la deuda pública como porcentaje del PBI ha disminuido del 40% al 20% entre el 2005 y 2012, mientras que se ha logrado superávit fiscal primario en siete de los últimos ocho años. Finalmente, las reservas internacionales han llegando a superar el 30% del PBI.

Los sectores económicos que han liderado la economía en los últimos ocho años son (CAGR): construcción (13,1%), comercio (9,4%) y manufactura (8%). Estos sectores han contribuido con el 42% del crecimiento arriba mencionado. ¿Y la minería? Durante el mismo período, la minería apenas ha crecido un 1,7% de promedio anual, representando tan solo el 4,7% del PBI.

Este protagonismo de la demanda interna no se refleja en la bolsa de valores local (BVL). El principal índice es el IGBVL, del cual la minería representa el 40% (similar cifra se observa en el ETF EPU). Existen varias razones por las cuales la BVL es principalmente minera, a pesar de la solidez de otros sectores. Podemos mencionar un par: (I) el acceso al mercado de valores local aún se percibe como un mercado para empresas grandes; y (II) muchas empresas aún mantienen un perfil corporativo familiar, por lo que no les atrae volverse públicas. Esto ocasiona que tengamos poca oferta de papeles vinculados a la demanda interna. Así, por ejemplo, si un inversionista desea invertir en el sector de consumo masivo peruano, sólo tiene tres o cuatro opciones de inversión.

Esta concentración de empresas mineras en la BVL ha añadido mayor volatilidad a los índices bursátiles locales. En los últimos ocho años el IGBVL ha crecido a un ritmo del 41% anual (empresas mineras: 57%). No obstante, la volatilidad también juega para el otro lado: este año el IGBVL acumula pérdidas en dólares del 33%, siendo el sector minero el más afectado (-49%). El ETF peruano ha caído un 30% en similar período. Todo esto consecuencia, principalmente, del precio internacional de los metales.

Ahora, si analizamos con más atención los demás sectores en la BVL nos encontramos con algunas sorpresas. Varias empresas de los sectores alimentos, construcción y consumo vienen creciendo en el año a niveles cercanos al 10%. En el año 2012, mientras que la minería caía el 3,6%, había sectores vinculados a la demanda interna que crecían ¡por encima del 50%! Este análisis es justamente el que vienen haciendo los inversionistas institucionales locales, especialmente los fondos de pensiones, quienes aprovechan las ventas de EPU por parte de extranjeros para comprar selectivamente empresas “baratas” con fundamentos sólidos.

Veamos ahora un poco los fundamentos corporativos. Analizando los valores fundamentales (fair value) que le otorga el promedio de analistas a las principales empresas de la BVL, observamos que el potencial de apreciación por fundamentos se encuentra por encima del 40% para los siguientes doce meses (ver cuadro). Los sectores de demanda interna tienen un potencial promedio de crecimiento del 20%. Obviamente, el sector más castigado, la minería, es el que mayor potencial ofrece (70%). El momento indicado para entrar dependerá mucho de nuestro horizonte de inversión y nuestra aversión al riesgo. En doce meses es probable que la BVL muestre un atractivo crecimiento, pero en los siguientes seis meses el escenario es un poco más incierto.

cuadro Perú

Hagamos algo de “stock picking” por sectores. Considero que algunas empresas mineras han sido sobre-castigadas. Un filtro para identificar la oportunidad en este sector es analizar cuatro aspectos claves: (I) diversificación de metales y unidades mineras; (II) proyectos nuevos o ampliaciones; (III) precio de los metales; y (IV) valorización fundamental y relativa. De este análisis identifico cuatro empresas interesantes: Volcán “B” (polimetálica y plata), Milpo (polimetálica), Minsur (estaño, oro) y Río Alto (oro).

Vayamos  ahora a los sectores con fundamentos más sólidos y menor volatilidad. El sector financiero es uno de los más atractivos, resaltando empresas como Credicorp, IFS y BBVA Continental. En el sector construcción (uno de los más dinámicos a nivel económico) me siguen gustando Ferreycorp, Graña & Montero, Unión Cementera y Cementos Pacasmayo, mientras que en consumo la estrella es Alicorp, seguido por empresas como Inretail, Gloria, Lindley y Backus. Un punto interesante es que varias de estas empresas cotizan también en NYSE.

Como podrán ver, la BVL es más que sólo acciones mineras y esperamos que, gracias a las reformas en marcha, pronto más empresas vinculadas a los sectores no tradicionales ingresen al mercado. Por ahora, pueden considerar las empresas que les menciono, aunque siempre teniendo cuidado con la liquidez del mercado local.