Pensiones del mundo a debate

CUZCO
Foto cedida

La relevancia de las pensiones como sistema de equilibrio social es cada día mayor. El proceso secular de envejecimiento de la población mundial otorga un peso fundamental en las estructuras y economías de las sociedades modernas al capítulo de las pensiones. Cualquiera que sea la forma de abordarlas, con preeminencia pública, con participación privada, financiadas con impuestos, con contribuciones, con ahorro personal, el núcleo fundamental al que debemos conducirnos no es otro que el que todas las personas puedan tener una vida digna tras su retiro, alejada de la pobreza, y lo más próxima posible a los estándares disfrutados durante la vida activa.

De todo ello se va a hablar en la cumbre que supone anualmente el Global Pensions Programme de la London School of Economics, coorganizado con Novaster y patrocinado por Santander Asset Management, que alcanza este año su tercera edición, y que se celebra en Cancún, México, a partir del 20 de julio. La proximidad de la conclusión de los trabajos de la Comisión Bravo en Chile será sin duda objeto de análisis. El profesor de la London School of Economics, Nicholas Barr, miembro de la citada Comisión, dictará las primeras sesiones, en las que avanzará alguno de los aspectos de su último libro con Peter Diamond, Premio Nobel de Economía, que verá la luz en los próximos meses.

Los sistemas de pensiones enfrentan problemas derivados, como apuntábamos, de la mayor longevidad. La búsqueda de instrumentos que puedan mitigar o dar cobertura a los riesgos de longevidad es una de las tareas en las que los expertos y la industria están trabajando con ahínco.

Es imprescindible que un sistema de pensiones sea capaz de velar por los grupos sociales más débiles, que no han tenido oportunidad o capacidad de construir una pensión en su época activa, y que llegan a la jubilación sin suficiente garantía de ingresos. Los sistemas de pensiones mínimas o pensiones no contributivas están llamados a tener un papel relevante para esta situación, pero, más allá de su coste y de su financiación, deben ser incentivadores del trabajo.

Invertir con garantías de rentabilidades sostenidas a largo plazo, en entornos de tipos de interés bajos y enorme volatilidad, es otro de los retos que los sistemas de pensiones basados en modelos de capitalización deben resolver.

Los últimos avances en economía conductual y neuroeconomía aplicados a pensiones aportan una visión diferente, en la que las emociones en el proceso de toma de decisiones juegan un papel fundamental, y los sesgos que los seres humanos aplicamos en esos procesos nos pueden inducir a errores en la previsión de la jubilación.

Todos estos temas, y otros, serán tratados en el curso que abrirá el presidente de CONSAR, organismo de regulación de las pensiones en México, y clausurará el Vicepresidente de FIAP, el colombiano Santiago Montenegro. Los profesores Carmen Pagés y Solange Berstein, del BID, Roger Ibbotson, de Yale University y Presidente de Zebra, Ash Williams, CIO del Fondo de Pensiones del Estado de Florida, y Diego Valero, de la Universidad de Barcelona y Presidente de Novaster, tratarán todos estos temas, entre los que tendrá lugar también un taller dirigido por los responsables de Santander Asset Management.

Son muchos los retos que tenemos por delante en el mundo de las pensiones, y amplio debe ser el debate de las pensiones en el mundo. El futuro de todos depende de cómo vayamos dando solución a tales desafíos.