Consiguió unos beneficios millonarios (más de 1.100 millones de dólares en comisiones), apostando por la caída de valor de los activos subprime unos meses antes de que se desatase la crisis. Ahora ha vuelto a acertar con sus posiciones cortas, apostando por la caída de las acciones de Royal Bank of Scotland, según publica hoy Financial Times.
Esta inversión le ha reportado más de 270 millones de libras en los cuatro últimos meses, unos 290 millones de euros. Además de su apuesta por RBS, Paulson, que gestiona más de 35.000 millones de dólares, también ha sacado tajada de su visión bajista sobre Barclays y Lloyds TSB.
Este tipo de prácticas, ha reabierto el debate en el Reino Unido sobre la conveniencia de limitar las posiciones cortas. Según el diario británico, la Cámara de los Comunes se ocupará hoy del tema después de que el responsable del Comité Selecto del Tesoro interpelase a la autoridad supervisora (la FSA) sobre por qué ha levantado la prohibición de las posiciones cortas impuesta desde el pasado septiembre.
