Particularidades de las economías nórdicas: no todas se encuentran en la misma posición

Nordics
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Aunque las economías del norte de Europa no son inmunes a la crisis de la eurozona y la ralentización del crecimiento económico mundial, en términos generales se encuentran mejor posicionadas para afrontar los actuales desafíos. “Las economías nórdicas mantendrán su estatus de país refugio en los mercados financieros, en gran parte gracias a la relativa solidez de las finanzas públicas de estas economías en comparación con la mayoría de los países”, afirma Helge J. Pedersen, economista jefe de Nordea. Eso sí: la situación de los países nórdicos no es homogénea. Cada uno presenta sus particularidades. La gestora hace un análisis pormenorizado de cada economía.

La situación de Noruega

La economía noruega ha experimentado un amplio y robusto crecimiento, tal y como se esperaba. Las cifras de ventas minoristas han sido menores de lo esperado, algo que ha sido compensado en su totalidad por un fuerte crecimiento del consumo de servicios y las exportaciones durante la temporada de vacaciones de verano. “No vemos ninguna razón para cambiar nuestra perspectiva de que el crecimiento se mantendrá fuerte durante los próximos años. Sin embargo, la gran cantidad de mano de obra evitará mayores problemas de capacidad y el crecimiento de los salarios se mantendrá al nivel actual”, aseveran el experto.

Por otro lado, la inflación debería mantenerse bastante por debajo del objetivo, por lo que el Banco Central Noruego se caracterizará por la cautela a la hora de establecer los tipos de interés, indica Pedersen. A todo ello hay que añadir que, según la gestora, los bajos tipos de interés a escala internacional y el riesgo de una apreciación excesiva de la corona noruega también harán que el Norges Bank se contenga. “A medida que se recuperen las economías internacionales, la situación será gradualmente más propicia para una subida de las tasas a modo de ensayo, sin que la corona noruega se aprecie demasiado”, señala.

La situación de Suecia

Según Pedersen, “el frío ha llegado a la economía sueca. La depresión mundial merma las exportaciones y la demanda interna también se está debilitando. La incertidumbre acerca del futuro pesa tanto en el gasto de los consumidores como en las inversiones”. Por lo tanto, el experto considera que las tendencias económicas generales serán mediocres durante los próximos trimestres, lo cual también se traducirá en un aumento del desempleo. “Sin embargo, el crecimiento repuntará en algún momento de 2013 y cogerá más impulso durante 2014, año en el que el mercado laboral dará muestras de mejoría”.

En vista de la debilidad de las tendencias económicas y la limitada inflación subyacente, el Banco de Suecia podría perfectamente seguir bajando los tipos de interés. En este sentido, en Nordea esperan recortes de las tasas tanto en diciembre de este año como en febrero de 2013. “El endurecimiento monetario no cesará hasta 2014. Las perspectivas de una política de tipos más bajos también debilitarán a la corona sueca a corto plazo”, señalan.

La situación de Dinamarca

Durante los últimos años, las exportaciones han sido la luz que iluminaba a la economía danesa, pero actualmente la recesión de la eurozona también ha golpeado a este sector. “Es crucial que la demanda interna se acelere para impulsar la economía. Desde nuestro punto de vista, las cosas están empezando a coger un mejor color”, afirma Pedersen. A su juicio, los tipos de interés record auparán al mercado de la vivienda y, tras años de estancamiento del gasto de los consumidores, la demanda acumulada de los hogares daneses es bastante considerable y está a la espera de ser liberada.

“Al mismo tiempo, las inversiones volverán a realizar una contribución positiva a la economía danesa, impulsadas tanto por el sector público como por el privado, así como por el llamado periodo de inversión del Gobierno”, señalan desde la gestora nórdica.

La situación de Finlandia

Técnicamente, la economía finlandesa evitó caer en recesión durante este año, pero esto fue posible únicamente gracias a que el PIB evolucionó zigzagueando por una pendiente bajista. “La realidad es que la economía se está contrayendo. Paralelamente a la esperada y tibia recuperación de la eurozona, creemos que la actividad económica experimentará una moderada recuperación antes del verano de 2013, liderada por las exportaciones. No obstante, las débiles perspectivas a corto plazo pesan sobre la inversión y el empleo, que se prevé que se deterioren durante la mayor parte de 2013”.

Por otro lado, Pedersen considera que el aumento del desempleo y la subida del impuesto sobre la renta y el IVA son factores que restringen los avances en el poder adquisitivo de los hogares y mantienen al consumo privado en un nivel moderado, desde un punto de vista histórico. “Hemos revisado ligeramente a la baja nuestras previsiones sobre el PIB para 2013 hasta un 1%”, apunta el experto.