Para saber si la renta variable está cara, lo mejor es analizar los catalizadores que influyen sobre los precios

Mientras que las políticas del BCE animan a los inversores a entrar en activos con más riesgo, gran parte de los inversores opina que la renta variable está ya demasiado cara. ¿Están en lo cierto? En opinión de ING Investment Management, no. “La valoración actual de la renta variable sorprende a los inversores, quienes opinan que ya está demasiado cara. Desde el 2009, el ratio precio/beneficio ha aumentado un 80% de 9,3 veces a 16,7 veces. Tanto Europa como EE.UU. cotizan ahora a una prima del 15%-20% de su media a largo plazo. Sin embargo, no compartimos esa preocupación acerca de que las acciones estén caras. Nuestra conclusión se basa en razones tanto fundamentales como de comportamiento”, aseguran.

Para saber si la renta variable está cara o no, lo mejor es saber cuáles son los catalizadores que influyen sobre los precios para, de esta manera, tratar de conocer en qué punto se encuentran las valoraciones. ¿Qué es lo que las mueve? Según la gestora holandesa, existen cuatro factores. El primer conductor de las valoraciones es el ciclo de beneficios. “Cuando los beneficios caen, los inversores están dispuestos a asumir un múltiplo más alto de estas ganancias a la espera de una recuperación (y viceversa). Esta es la fase en la que el mercado está impulsado por la expansión de múltiplos y los períodos 2008-2010 y 2012-2014 son buenos ejemplos de esto”.

El segundo conductor de las valoraciones es el ciclo monetario. “Una liquidez abundante conduce a múltiples de beneficios más elevados. Por lo tanto, cuando los inversores esperan que las autoridades monetarias vayan a contraer las políticas, están menos por la labor de pagar elevadas valoraciones. Esta relación se da a través de dos canales. El primero es el miedo a un menor crecimiento de beneficios a causa de políticas más restrictivas. El segundo es que los inversores aplican una mayor tasa de descuento a los flujos futuros de dividendos.

El tercer conductor de las valoraciones es la tendencia en la percepción del riesgo percibido junto al precio que pagan los inversores por asumir este riesgo en sus carteras; la denominada prima de riesgo requerida. “Los riesgos residen en cualquier esquina del espectro pero durante los últimos años destacan el riesgo sistémico, económico y geopolítico. El riesgo sistémico ha descendido claramente en los mercados desarrollados, aunque en China probablemente haya aumentado. En Europa, aún no está claro pero van desvaneciéndose las diferencias entre países core y periféricos”.

En este sentido, en la gestora consideran que la mejora en los indicadores cíclicos globales han reducido el riesgo económico y cada vez hay más esperanza de que los bancos centrales sean capaces de hacer frente al riesgo de deflación. “Los riesgos geopolíticos están presentes, como siempre, pero los recientes acontecimientos en Ucrania apuntan hacia una buena dirección. Hasta ahora, la situación en Oriente Medio no ha tenido mayor impacto en el precio del crudo. Así que en general, desde nuestro punto de vista, los riesgos han descendido”.

El conductor final de las valoraciones es la valoración relativa. “En la Eurozona, la rentabilidad por dividendo excede a la de los bonos con grado de inversión y hay espacio para que estos dividendos crezcan por lo menos un 8% este año y el siguiente. Aquellos inversores en busca de rentabilidad tienen que buscar otras fuentes de ingresos. Esto es evidente en el comportamiento de real estate y utilities. Fuera del sector financiero, las empresas se están re-apalancando y el rápido crecimiento de las fusiones y adquisiciones favorece más a los accionistas de renta variable que a los de renta fija”.