No estamos solos

En cuanto a las emisiones de bonos durante el primer cuatrimestre del 2013: el mercado mundial de renta fija emitió en este periodo 1,2 billones de dólares, de los cuales el 55%, cerca de 666 millardos, correspondió a títulos de grado inversión (BBB- o mejor en la escala de S&P). Un 29% del monto emitido no reportó calificación crediticia alguna y un 16% perteneció a la categoría de alto rendimiento (BB+ o menos) a la cual pertenece la deuda venezolana.

También se mencionó que los europeos emitieron el 36% del monto anterior, lo cual no es una gran sorpresa dados los altos volúmenes de vencimiento de la deuda pública italiana en el 2013, y las recientes reducciones de spread crediticio (diferencial de retorno entre un bono corporativo y el instrumento libre de riesgo de similar vencimiento) de España y Portugal. Le siguen en orden de importancia EE.UU. con 33% y empresas privadas de mercados emergentes con 22%.

En cuanto al costo potencial de la deuda, los comentarios fueron muy preliminares y el asesor no se atrevió a profundizar mucho. Sin embargo, pronunció dos números mágicos: el primero de ellos es que tanto el índice de bonos basura de los EE.UU del Barclays como el Bank of América Merrill Lynch High yield Index Master II rompieron sendos records históricos al cruzar la barrera de rendimientos para ubicarse por debajo del 5%.

Una tasa “ridículamente baja”, atribuida a las políticas expansivas de los bancos centrales de EE.UU., Japón y la Eurozona.

El segundo número mágico está asociado al spread promedio de los bonos basuras, que en este momento es del orden de 430 puntos básicos, no es el mínimo histórico, ya que el mismo fue de 230 puntos y se alcanzó en el año 2007, cuando las tasas de interés denominadas en dólares eran muy superiores a las actuales, por lo que pese a que dicho diferencial era menor, los retornos en términos absolutos eran mayores. Al mencionar este número, el asesor puntualizó que los inversionistas institucionales ponen en estos momentos más atención al retorno adicional que los bonos basura generan que a lo bajas que están las tasas. En el corto plazo, a los inversionistas institucionales se les evalúa por su desempeño relativo a sus pares y contra los índices de renta fija de referencia.

Cuando surgió el punto del interés que una eventual emisión generaría en el mercado internacional, la reunión parecía un gallinero, todo el mundo cacareaba a la vez. Se mencionó que la Chinese Oil Company, colocó la quincena pasada 4 millardos de dólares, recibiendo ofertas de 6 veces el valor de la emisión. Alguien comentó que ese referente no era válido. El asesor, para enfatizar su explicación mencionó que Ruanda y Eslovenia, dos países de baja calificación crediticia, habían colocado sus emisiones cómodamente en los últimos días. Eslovenia, específicamente, levantó 3,5 millardos pagando 4,95% y 6% para títulos con vencimientos a 5 y 10 años respectivamente. El monto emitido es equivalente a 1/3 de su PTB y hubo ofertas de 16 millardos por estos papeles.

Leído el párrafo anterior usted deja de leer sus notas y no puede evitar recordar cómo uno de los llamados “mano derecha del ministro” le murmuraba a una atractiva mujer de la audiencia en el momento en que se hablaba de Eslovenia: “No estamos solos.”…….. ¿De qué hablarían?