NAM: “Podemos construir una cartera 100% renta variable con menor riesgo que el mercado”

P.- Háblenos del modelo innovador de su oferta, basado en el control de la volatilidad.

R.- A través de diversos estudios que hemos realizado, consideramos dos puntos importantes a la hora de construir una cartera 100% renta variable. Primero, las estimaciones de retorno dadas por los analistas, y de alguna manera implícitas en el mercado, están sesgadas y no son más que un reflejo del pasado reciente. Segundo, el concepto económico que supone que a mayor riesgo viene asociada mayor rentabilidad, difícilmente se comprueba en la práctica dentro de un marco de renta variable. Estas dos observaciones hacen que nos alejemos de lo planteado en la teoría financiera moderna y nos lleva a concentrarnos únicamente en la estimación del riesgo de una cartera. La base de nuestro trabajo consiste en considerar que podemos siempre construir una cartera 100% equity, con menor riesgo que el mercado. Al hacer esto estamos, además, capturando la ineficiencia que existe en los valores de bajo beta (menor riesgo no implica menor retorno) y, por lo tanto, podemos a medio/largo plazo ofrecer una rentabilidad superior a la del mercado con una volatilidad considerablemente inferior.

P.- ¿Cuánto tiempo lleva operando el fondo y en qué mercados les parece que funciona mejor, alcistas o bajistas?

R.- El fondo europeo se lanzó hace dos años y medio, el fondo global hace año y medio. Parte de nuestro trabajo consiste en mostrar que a partir de tres años de inversión (o un ciclo bursátil completo) podemos captar plenamente la ineficiencia presente en las acciones de bajo beta. De esta manera, consideramos (basándonos en estudios realizados en el mercado europeo y global hace más de 15 años) que podemos ofrecer en cualquier tipo de mercado una mejor rentabilidad/riesgo que los índices por capitalización. Además, gracias a un comportamiento asimétrico (generación de alfa en mercados alcistas y protección con un beta bajo en mercados bajistas) esta característica adquiere mayor fuerza dentro de un marco de asignación entre distintas clases de activos, debido a un mayor poder de diversificación.

P.- ¿En qué se diferencian sus estrategias y productos de baja volatilidad de los de otros proveedores?

R.- Nuestra principal característica reside en considerar la construcción de una cartera de mínima volatilidad como una estrategia activa que gira entorno a la buena estimación del riesgo. Nuestro valor agregado está basado en la estructura misma de Seeyond, ya que buscamos, a partir de diferentes puntos de vista y objetivos de gestión, estar a la vanguardia en el análisis y en la modelización de los parámetros de riesgo. Todo este trabajo se manifiesta en cada una de las etapas de construcción de la cartera:

- Universo de inversión lo más amplio posible.

- Proceso de filtros sistémico y especifico.

- Evolución activa y cuestionamiento continuo del modelo: el objetivo es que este último sea lo más puro posible (una mejor reducción de la volatilidad permite captar de mejor manera la ineficiencia detectada en el mercado).

- Seguimiento permanente de la cartera y proceso de rebalanceo basado únicamente en un modelo de riesgo (reducción del turnover y coherencia con el objetivo principal, que es la reducción de la volatilidad).

P.- Por lo que parece, funcionan igual este tipo de estrategias de minimizar la volatilidad en todas las regiones pero, ¿tiene más sentido hacer una inversión global o regional con dichas estrategias?

R.- Existen dos consideraciones importantes a la hora de determinar en qué universo este tipo de estrategia puede funcionar mejor. Primero, es necesario contar con un universo de inversión suficientemente amplio en diversificación. Segundo, es necesario que el mercado sea lo suficientemente maduro y que los índices por capitalización sean relevantes en la región considerada. De esta manera, la estrategia funciona mejor, bien sea a nivel global, continental o regional. A la hora de considerar su comportamiento en un país dado, es necesario evaluar el nivel de profundidad del mercado local.

P.-¿Cómo es su proceso de inversión? ¿Cómo se construye la cartera y cómo se controla la volatilidad? ¿Cómo se revisa y actualiza dicha cartera?

R.- El proceso de inversión se resume en cuatro etapas:

- Selección del universo inicial: se busca tener el universo más amplio y diverso posible.

- Etapa de filtros cuantitativos y cualitativos: se eliminan del universo inicial las acciones para las cuales no se pueden estimar de buena manera sus características de riesgo futuro a partir de los datos pasados con los que disponemos.

- Etapa de estimación de la matriz de riesgo y optimización de la cartera: para cada una de las acciones restantes se estima su volatilidad y su correlación con las demás acciones. Es en esta etapa donde todo el trabajo en gestión activa basada en el riesgo que se desarrolla en Seeyond entra a ser parte fundamental. Cada uno de los parámetros necesarios es estimado de manera independiente y, a medida que la volatilidad empieza a adquirir características distintas, se trabaja en el análisis de los factores que explican su comportamiento. Esto es necesario, ya que la volatilidad es considerada cada vez más como una clase de activo independiente y, diferentes agentes, con objetivos de gestión distintos, empiezan a interferir en su comportamiento.

- Etapa de monitoreo y rebalanceo: diariamente se monitorea la evolución de la cartera invertida y se determina su distancia con respecto a la cartera modelo. El proceso de rebalanceo depende de la diferencia constatada entre estas dos, y la actualización está basada entonces únicamente sobre un modelo de riesgo (no es automática ni predeterminada). Esto nos permite asegurar que en todo momento la cartera está alineada con su principal objetivo: minimizar la volatilidad.

P.-¿Qué tipo de resultados (volatilidades y Sharpe) espera para sus portafolios en los próximos 12 meses?

R.- La cartera no está basada en retornos o volatilidades objetivo. Por el contrario, lo que se busca es ofrecer una volatilidad menor y a medio/largo plazo un mejor retorno que el índice por capitalización correspondiente. En este orden de ideas, se busca reducir la volatilidad en más del 25% y ofrecer un Sharpe superior al del índice.