Mobius: “El énfasis del gobierno de Syriza en aliviar el dolor a los ciudadanos griegos es el camino correcto”

mobius
Nuno Coimbra

La decisión del BCE de cortar la financiación a Grecia, tras hacer público que no aceptará más deuda soberana griega como garantía para la banca, ha caído como un jarro de agua fría sobre los mercados… pero no ha sido suficiente para desmoralizar a los gestores de fondos. Es el caso de uno de los más veteranos de mercados emergentes, Mark Mobius. Grecia fue degradada a la categoría de país emergente en junio de 2013 por el proveedor de índices MSCI. Por ello, desde un punto de vista de inversiones en países emergentes, lo primero que dice el gurú de Franklin Templeton Investments es que “debido a que Grecia es una pequeña parte del universo de mercados emergentes, y es en general una pequeña economía dentro de la eurozona, nuestro punto de vista es que los mercados ya han puesto gran parte de las noticias en precio, y esto no debería tener un impacto sobre los mercados a nivel global”. 

Dicho esto, Mobius considera que el resultado electoral y el posterior tour de los principales miembros de Syriza por las instituciones europeas para resolver sus problemas de deuda es sólo un reflejo de que “se requieren cambios espectaculares y acciones audaces”. No es que el famoso gestor espere que verdaderamente se produzca un punto de inflexión para la economía griega al adoptarse políticas que “estimulen el crecimiento, con énfasis sobre el cambio”, sino que manifiesta de hecho sentirse optimista con que “esas políticas darán a la población griega esperanza de una vida mejor, más que un futuro sólo de pago de la deuda”

Para el gestor, está fuera de dudas que “un énfasis continuo sobre el recorte del gasto público y la inversión no ayudará a Grecia a recuperarse de la situación actual”. La visión del equipo de emergentes de Franklin Templeton es que “se necesita más inversión y un camino hacia la recuperación”. Y para conseguirlo, declara: “Creemos que el énfasis del nuevo gobierno sobre aliviar el dolor a los ciudadanos griegos es el camino correcto. También pensamos que su énfasis en la renegociación de los estrictos términos impuestos al país serían positivos en términos de que inyectarían más optimismo”.

El gurú declara en la última entrada de su blog que, de momento, desde Franklin Templeton no han modificado su estrategia de inversión como consecuencia del resultado electoral, pero admite que están vigilando muy de cerca la evolución de los acontecimientos, y afirma que “el entorno de inversión para Grecia en el largo plazo es bueno”. De hecho, señala que “los valores griegos en general no están sobrevalorados”. Incluso da una pista de en qué se está fijando: “Los bancos griegos parecen particularmente atractivos, si asumimos una recuperación de largo plazo de la economía griega”. 

Entre la espada y la pared

Asoka Wöhrmann, director de inversiones de Deutsche AWM, también analiza los últimos acontecimientos para la economía griega. Basándose en varias encuestas, el experto recuerda por un lado que en torno al 80% de la población griega quiere seguir en el euro. “Está claro tanto para los votantes como para los representantes que han elegido lo que significaría abandonar el euro: Grecia volvería a tener su propia divisa, la que se depreciaría inmediatamente frente a las divisas extranjeras. Las consecuencias incluirían un repunte de la inflación y una reducción drástica del poder adquisitivo”, resume Wöhrmann por un lado.

Por el otro, aborda el margen de maniobra del nuevo Ejecutivo de Syriza, que considera más bien escaso. “El gobierno entrante de Atenas también sabrá que no es posible seguir en la eurozona y simultáneamente llevar al final la austeridad y las políticas de reforma”, indica. Wöhrmann recuerda que Grecia sigue necesitando financiación con la que sustentar programas de gasto público, pero con el rechazo a la austeridad está ahuyentando a posibles inversores. El director de inversiones de Deutsche AWM concluye que “el nuevo gobierno tiene pocas opciones más allá de incrementar la eficiencia en el cobro de impuestos a través de un sistema recaudatorio más eficiente, y negociar con la Troika más reformas para conseguir más alivio sobre los préstamos existentes”.