Mercado laboral norteamericano: apariencias y realidades

Uzan_Philippe_12_-_2
Imagen cedida

Para la presidenta de la FED, el indicador más importante sobre el mercado laboral es el porcentaje combinado de trabajadores a tiempo parcial que quieren un empleo a tiempo completo junto con  aquellos que han desistido de buscar  trabajo.

Actualmente este dato se sitúa en 12,7%, muy por encima de la media de 8,8% del periodo 2004 – 2007. De forma similar, el porcentaje de desempleados a largo plazo es también muy superior: 35,8% hoy frente a una media de 19,1% en el mismo periodo. Este porcentaje ha mejorado poco a poco, pero ha lastrado la caída en el desempleo total, que actualmente se sitúa en 6,3%. No obstante, resulta imprescindible contextualizar este dato dado que es parcialmente el resultado de una ilusión estadística. Los 8,9 millones de empleos creados desde 2010 constituyen una mejora indiscutible, pero este logro se ha visto algo exagerado debido al número de personas que buscan trabajo y que han dejado de apuntarse en las oficinas de empleo. Esto se confirma por la tasa de participación que está todavía cerca de sus mínimos en 36 años, situándose en 62,8%. Si esta tasa subiese hasta el 66% visto en 2007, el desempleo se dispararía cerca del 10,5%.

En términos relativos, esta recuperación del mercado laboral es históricamente una de las más débiles que se han producido, pero no faltan las explicaciones y las comparaciones con medias anteriores son parcialmente erróneas. Existen numerosas diferencias tanto a nivel regional como en términos de sectores. Por ejemplo, el número de mujeres con empleo está ahora por encima de los máximos de marzo de 2008, mientras que por el contrario los hombres se han visto afectados por  la reducción de puestos de trabajo en los sectores industrial y de la construcción y, además, no siempre han encontrado otras alternativas de trabajo. El sector del automóvil esta produciendo casi tantos vehículos como en 2007, pero con un 20% menos de empleados. A nivel sectorial, el número de agencias inmobiliarias ha caído un 25%  desde los máximos de boom especulativo.

Otras estadísticas ofrecen una visión diferente sobre el mercado laboral. Por ejemplo, el número de personas desempleadas durante menos de 27 semanas es de 4,2% o, lo que es lo mismo, un 0,4% menos que la tasa media desde 1948. En efecto, nos estamos enfrentando una polarización lo que hace la situación sea más difícil de analizar.

También tenemos que matizar nuestro análisis de la tasa de participación. La caída que ha experimentado se debe a cambios en las compañías, al  envejecimiento de la población y al freno en la movilidad que ha supuesto la crisis inmobiliaria, entre otros motivos. No se trata de un debate teórico: la disponibilidad de trabajadores es tanto un problema para el crecimiento económico como una fuente potencial de inflación en los salarios. El indicador de precios favorito de la Fed, el IPC, se situó en el 1,6% en abril;  1,4% si excluimos los precios de los alimentos y de la energía que están cerca de su objetivo del 2%.

En resumen, el mercado laboral está probablemente más ajustado de lo que creemos. Esto se puede ver sobre todo en las ciudades donde el trabajo es escaso y los salarios están aumentando más rápido que la media.  Las tensiones son todavía aisladas, pero las tendencias estructurales de la economía americana podrían significar que el país tendría menos recursos que lo que dice Janet Yellen. Este es un análisis tanto cualitativo como cuantitativo: mientras que se están demandando unas determinadas cualificaciones, otras no se adaptan ya a las necesidades de las compañías.

Valorar de forma eficiente la situación actual significa reconocer su diversidad. No podemos llegar a conclusiones sobre el empleo y sobre el mercado inmobiliario a partir de las medias nacionales que a menudo incluyen desviaciones importantes. Por ejemplo, en San Francisco el precio de la vivienda ha crecido un 30% en un año mientras que los precios en el valle central de California han permanecido sin cambios. La zona costera ha superado la crisis y el desempleo ha caído por debajo del 5% mientras que en el interior sigue cerca del 10%. Podríamos encontrar ejemplos similares a lo largo de todo estados unidos y es lógico pensar que el desempleo y el mercado inmobiliario sigan caminos paralelos.