Más simple, más bolsa

La diversificación es una de las máximas de la inversión. Al diseñar una cartera con un horizonte a largo plazo, los inversores buscan diferentes productos que se complementen para contar con un patrimonio para reducir los sustos que surjan hasta el momento de la jubilación. Pero, llegado un momento, la diversificación deja de ser efectiva e incluso se vuelve contraproducente. Por eso, surge la pregunta. ¿Cuándo hay que parar de incorporar nuevos activosa una cartera?

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