Más de la mitad de los inversores latinoamericanos desearía poder invertir en otros países: sólo el 13% lo hace

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SalFalko, Flickr, Creative Commons

Cada año, BlackRock elabora una encuesta en la que 'le toma el pulso' a ahorradores e inversores de todo el mundo sobre diferentes aspectos financieros y relativos a la gestión de su dinero. La edición de este año ha contado con la participación de 27.500 personas de 20 países entre las que, por primera vez, 4.000 proceden de cuatro naciones latinoamericanas: Brasil, Chile, Colombia y México.

Los resultados de la encuesta revelan que los latinoamericanos se muestran mucho más optimistas con respecto a su futuro financiero que el resto del mundo. Mientras que tan solo el 56% de los encuestados a nivel mundial se muestra confiado, el porcentaje aumenta hasta el 74% entre los latinoamericanos y hasta el 84% en el caso de los colombianos. Y, aunque casi siete de cada diez latinoamericanos creen estar tomando las decisiones de ahorro y de inversión más adecuadas, las cifras demuestran que el ahorro para la jubilación es el gran reto al que se enfrentan.

“Los datos de la encuesta muestran claramente que los latinoamericanos están muy motivados para el ahorro y la inversión pero que se han quedado rezagados en ciertos aspectos clave de la planificación, sobre todo en lo relativo a la jubilación”, explica Armando Senra, responsable de BlackRock para Iberia y Latinoamérica.

Pese a su buena predisposición −un 67% declara haber empezado a ahorrar para su jubilación y un 63% afirma conocer cuánto necesita, frente al 62% y el 50%, respectivamente, en el resto del mundo− la realidad es que las cantidades acumuladas equivalen por lo general a un año o dos de la renta anual deseada.

“Convertir la jubilación en una prioridad financiera resulta esencial y, para conseguirlo, los latinoamericanos deben redoblar sus esfuerzos de ahorro e inversión”, apunta Senra. “El aumento de la esperanza de vida implica que podríamos pasar dos o tres décadas jubilados, por lo que ahora es más importante que nunca planificar, ahorrar e invertir durante los años en activo para garantizar la seguridad financiera durante la jubilación”.

La buena noticia es que los gastos cotidianos (hipoteca, alquiler, suministros, etc.) suponen un porcentaje menor de la renta de los latinoamericanos que en el resto del mundo (27% frente al 32%), lo que implica que pueden ahorrar e invertir más que la media mundial (21% versus 20% y 22% versus 17%, respectivamente). Sin embargo, casi un 60% prefiere mantener sus activos invertibles en efectivo, principalmente porque les hace sentirse más seguros, lo que dificulta la consecución de sus objetivos de largo plazo.

A pesar de ello, la encuesta sugiere que este grupo de población se muestra más dispuesto que la media mundial (43% frente al 32%) a asumir un mayor nivel de riesgo para obtener mejores rentabilidades. Y, aunque solo un 13% de los inversores latinoamericanos invierte fuera de sus países de origen, un 56% afirma que le gustaría tener acceso a otros países y a otros mercados de renta variable.